A eso de las de 3 de la madrugada de este viernes un policía paraguayo, identificado como Isidro Casco Salinas, protagonizó un horrendo crimen en la ciudad de Capiatá. El hombre de 31 años mató a sus suegros, su cuñada y sus dos hijos, uno de un año y otro de dos, y posteriormente se suicidó.

De acuerdo a las primeras informaciones policiales, consignadas por el portal La Nación, el hombre era adicto a las drogas y tenía denuncias anteriores por violencia intrafamiliar de una ex pareja.

“Este señor constantemente venía amenazando que cometería este hecho. Los fallecidos son los suegros, la cuñada y los dos hijos del policía. Además, dos heridos de gravedad”, manifestó el comisario Silvino Cantero, según lo indicado por el mencionado medio.

Pero esto no fue todo, pues el policía decidió realizar una videollamada a su madre, quien se encuentra en España junto a la pareja del uniformado, para mostrar el horroroso crimen.

Beatriz Romero, la pareja y madre de los niños asesinados, contó a medios locales que Isidro Casco Salinas le mostró a su suegra el cadáver de su hija.

“Él no podía estar en ninguna parte, me decía que se burlaban de él, era muy celoso por mí. Yo vine a España por mis dos hijos, quería un futuro mejor para ellos. Hace un mes empezó con todo esto, que supuestamente toda la gente le miraba mal y cosas así”, contó la mujer.

Relato de sobreviviente:

Isabel Caballero fue quien entregó detalles de lo ocurrido a la policía y los medios, pues fue la única sobreviviente en esta masacre.

La mujer, que es prima de la pareja del policía, contó que ella estaba dentro de la casa, cuando Casco ingresó violentamente y disparó a quemarropa.

“Entró primero a la habitación de sus suegros y después a la de sus hijos. Uno de sus hijos, un bebé, estaba con nosotros en la pieza. Él quería asesinarle sólo a sus hijos. Cuando mi hija salió corriendo con el bebé en brazos, vino y le disparó a la criatura. Gracias a Dios no le disparó también a mi hija”, relató la mujer a La Nación.

Caballero agregó que “por la forma en que le vimos, estaba drogado. Era muy nervioso, se alteraba y consumía drogas. Siempre decía que nosotros nos sentábamos a hablar de él”.

Junto a lo anterior, la mujer comentó que el uniformado visitaba cada 8 días a sus hijos y que los trataba de buena manera, por lo que no entiende las motivaciones que tuvo esa fatídica noche para cometer tan horrendo crimen.

“A nosotros nunca nos amenazó, pero sí a mi prima. Supuestamente era constante eso. Todo era normal cuando venía para ver a sus hijos, pero, hace tiempo tenía problemas por consumo de drogas y alcohol”
, finalizó.