Fue el 9 de diciembre de 2019 cuando se reportó un avión siniestrado de la FACh el cual se dirigía hacia la Antártica, y del cual se tenían noticias hasta la media tarde de dicha jornada.

Días más tarde se confirmó que el avión Hércules C-130 había sido víctima de un accidente luego que encontraran restos de la nave, y posteriormente restos humanos que posteriormente fueron relacionados con algunos de los tripulantes de la aeronave.

Y tras cinco meses de búsquedas las familias comentaron que a mediados de mayo se les notificó que cesarían la búsqueda de los vestigios, los que podrían haber quedado del accidente en el último punto del que se tuvo noticias del viaje, en el mar de Drake.

En conversación con Hola Chile, Caroline Carvacho una de las familiares de las víctimas indicó que todo se informó “a través de una carta, con fecha 19 de mayo, nos dan a conocer como familia, fríamente, que esto había culminado”, dijo.

Al mismo otro de los familiares aseveró que ellos solo quería que continuara la búsqueda. “Lo único que nosotros queremos es que esto no haya parado, que continuara para saber la verdad, qué fue lo que pasó. Todos queremos saber, en el caso de nosotros los familiares de mi hermana, queremos conocer la verdad”, manifestó.

En tanto, desde la FACh aseguraron a las familias que: “Esta operación de búsqueda de rescate aéreo SAR, que se ha prolongado por más de cuatro meses no ha tenido resultados positivos mayores a los ya indicados. Por lo mismo y en consideración a las disposiciones del Decreto N 531 de 1993 (…) dispuso el término de las Operaciones de Búsqueda Aérea, comunicando esta decisión a los organismos competentes”.

Por lo anterior, hace unos días una de las familias de las 38 víctimas del accidente interpuso una querella por cuasidelito de homicidio, incumplimiento de deberes militares y delitos contra la seguridad de la aeronavegación contra quienes resulten responsables, por lo que a la fecha existen 25 querellas presentadas por lo ocurrido.

Según informó El Mercurio, los abogados que representan a la madre y esposa del cabo primero de la FACh, Gonzalo Burgos, advirtieron que existen antecedentes en la carpeta investigativa de ingreso de carga peligrosa a la aeronave y atribuyen “negligencia inexcusable” por parte de la institución, por lo que no habrían aplicado los respectivos protocolos.