Como en todas sus emisiones, Contigo en La Mañana abordó los conflictos que enfrenta el país debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus (COVID-19).

En este contexto, el matinal de CHV realizó un contacto con el Dr. Domingo Castillo, director médico del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, quien entregó un desgarrador relato sobre lo que ocurre en el recinto de salud.

Cuando Julio César Rodríguez comentó que la crisis sanitaria es muy compleja y aún hay gente irresponsable haciendo su vida normal y poniendo en riesgo a los demás, Castillo reveló el complejo escenario en los hospitales y que en el de la Universidad de Chile han debido tomar decisiones muy difíciles, por ejemplo, priorizar qué pacientes reciben tratamiento y quienes no.

“Habitualmente, cuando uno habla de temas de ética, se refiere a situaciones en que se puede el tomar tiempo para meditar un curso de acción u otro. Sin embargo, cuando uno tiene en un solo momento distintos pacientes que llegan extremadamente graves y hay que tomar decisiones que pueden beneficiar a uno y no al de al lado, eso es tremendamente complejo para el paciente, para la familia y también para el personal de salud, porque eso significa que solo a uno se va a beneficiar con un tratamiento”, comentó.

Captura | CHV
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El doctor afirmó que lo anterior está ocurriendo en todo el mundo y también en Chile, refiriéndose particularmente al recinto donde trabaja. En este sentido, señaló que si bien siempre recurren a la técnica y al conocimiento científico, también deben considerar la ética y buscar el beneficio final del paciente.

“Tenemos problemas de pacientes que pueden fallecer en soledad y, por lo tanto, hemos tenido que acudir a maneras que nunca habíamos utilizado para comunicarnos, como son las videollamadas con la familia, con las cuales pueden conversar con su ser querido y despedirse de él”, expresó.

En este punto, Castillo indicó que el hospital también ha acudido a la ayuda de líderes de distintas religiones, como sacerdotes jesuitas, para que acompañen a pacientes críticos o a sus familiares.

“El trabajo hay que hacerlo completo, hasta el final, no solamente hasta que tengamos disponible un ventilador, sino que replantearse o cambiar los objetivos y acompañar a los pacientes en el proceso de fallecimiento, acudiendo a todo el apoyo espiritual”, agregó.

Captura | CHV
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El doctor también apuntó que en este difícil momento el equipo médico también sufre, pues no solo deben enfrentarse a estas complejas decisiones, sino que también están desgastados y sobreexigidos.

Por último, respecto al cuidado de los pacientes más graves, Castillo volvió a recalcar la importancia de “atenderlos buen hasta el final”.

“Atender bien no significa solo hacer un tratamiento biológico, sino que también arreglar un escenario de salida de la vida, el que habitualmente es un momento solemne, pero en estos momentos se ve muy complicado y hacemos lo que podemos con tal de que la persona que va a fallecer —o el familiar o amigo— pueda tener una despedida adecuada”, concluyó.