La pasada noche del 16 de marzo, Hernán Paredes (24 años), asistió a la Clínica Alemana de Santiago, porque lo afectaba un cuadro respiratorio agudo que podría ser coronavirus. Tras terminar los procedimientos médicos, el joven no quiso pagar la cuenta, lo que derivó a un grave alboroto en el Servicio de Urgencia.

Llegó al lugar con sus padres y fue atendido por el doctor Andrés Navarrete, quien solicitó de inmediato exámenes a Paredes para confirmar o descartar la enfermedad, dándole las indicaciones de salubridad a los progenitores del posible afectado por el COVID-19.

Terminado el procedimiento médico, padres e hijo se encontraban ya en la zona de egreso del centro asistencial privado listos para retirarse, cuando todo cambió. De improviso, Hernán Paredes manifestó que no pagaría la cuenta porque no se le habían tomado los signos vitales.

Para calmar la situación el doctor Navarrete intentó conversar con Paredes, señalándole que podía dejar la cuenta pendiente para después resolverla de forma administrativa. A renglón seguido le indicó que si no cancelaba los honorarios no podrían hacerle entrega de los resultados del examen. La respuesta del médico encendió todavía más los ánimos.

Paredes y sus padres comenzaron a perder el control insultando a la secretaria con epítetos de grueso calibre.

La enfermera jefa de urgencia, María José Ureta, intentó también bajar la temperatura a la situación y le ofreció a Paredes reingresar al box de atención para solucionar el tema.

Sin embargo, de nada sirvió. Hernán Paredes continuó con los insultos a los que se sumaron sus padres, Humberto Paredes y Katherine Rojas, alarmando al personal de servicio y a los pacientes que a esa hora se encontraban en el lugar.

Entre ellos estaba el doctor Hassan Neumann, quien atendía a otro paciente. Les indicó lo mismo que Ureta, pero la familia volvió a perder el control. En ese momento padres e hijo se quitaron las mascarillas y guantes quirúrgicos y procedieron a bajar la protección facial de Ureta y le tosieron directamente en la cara, amenazándola que con ello se contaminaría.

Posteriormente, mientras el doctor Neumann se trasladaba con un delicado equipo médico, Hernán Paredes se le abalanzó con violencia y le propinó un fuerte cabezazo en la zona frontal del cráneo, provocándole un hematoma. Solo en ese momento la violenta familia abandonó el lugar sin que seguridad los retuviera para entregarlos a Carabineros.

Los pormenores constan en una querella criminal que la Clínica Alemana interpuso en contra de las tres personas ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago y que publica íntegramente la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.

En el documento nada se dice respecto a si el paciente dio positivo de coronavirus, ni menos la adopción de medidas para evitar la contaminación.

La acción legal que será investigada por la Fiscalía Oriente, imputa a los agresores los delitos de amenazas, diseminación de gérmenes patógenos y poner en peligro la salud pública.

Al respecto se solicitó que la policía indague los hechos para que el Ministerio Público adopte las medidas pertinentes y que la justicia sancione a los responsables.

En todo caso, se explicó que luego del incidente todo el personal que estuvo en contacto con los agresores fue puesto en la cuarentena respectiva.

Al cierre de esta crónica se confirmó que Hernán Paredes dio negativo al examen de coronavirus. El personal médico volvió a sus labores habituales, no sin haber pasado por 48 horas con la incertidumbre de padecer la pandemia que ha matado a más de 13.000 personas en el planeta, y que ha contagiado, por ahora, a medio millar en Chile, donde ya se registró el primer fallecido.