“Mi corazón está más en paz. No era la manera que yo esperaba que volviera a la casa, pero al menos está con nosotros”, reflexionó Paola Correa, madre de Fernanda Maciel, en un íntima entrevista con Karen Doggenweiler.
“Yo siempre pensé encontrarla con vida. Sobre todo cuando viajé a Bariloche y a distintas partes”, confesó, a dos años del crimen que impactó su vida.
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Asimismo, Correa recordó la tarde de aquel 10 de febrero, cuando la vio por última vez. “Si yo me hubiera quedad ahí mirando, yo la habría visto entrar a la bodega”, se cuestionó Paola.
“No le di un beso ni un abrazo. No me pude despedir de ella. Además qué sabía yo que no iba a volver. El único día que le pude dar un beso y un abrazo fue cuando la fui a buscar. No era ella. No estaba en un cama, estaba en un ataúd”, añadió.
Por otra parte, reconoció que asistirá a la audiencia programada para el próximo 17 de marzo, donde el imputado Felipe Rojas contará su verdad. “Para mí es importante, porque yo soy su mamá. Es una sensación extraña que da en la guata”, describió.
“Yo no tengo ningún sentimiento hacia él. Mi corazón está tan triste, que no hay vida para albergar un sentimiento ni bueno ni malo contra él. Siempre he dicho que Dios es el que va a decidir lo que pase”, expresó Correa.
De este modo, espera que Rojas confiese lo que hizo. “Si él decidió hablar, es porque va a decir la verdad (…) Espero que diga lo que realmente pasó, por él, por mí, por su familia, por la Fernanda, por la Josefa“, precisó.
“¿Por qué?”
Poniéndose en este plano, Paola reveló la única pregunta que le haría al imputado. “Le diría: ¿Por qué? Nada más que eso. La Fernanda era su amiga. Nosotros compartimos con él, compartí con su familia”, agregó.
“Yo jamás he tenido una mala relación con un vecino. Entonces, ¿por qué? (…) Me he enterado de varias cosas complicadas. Solo me gustaría saber por qué, no con tantos detalles. Aunque sé que va a llegar un momento en el que voy a tener que escuchar, pero quiero saber por qué”, reiteró la madre Fernanda.
