21 personas fallecidas fue el lamentable saldo que dejó el grave accidente protagonizado por un bus de la empres Turbus, el cual se desbarrancó cerca de las 23:30 horas de este domingo en la ruta que une Antofagasta con Taltal, a tres kilómetros de la localidad de Paposo.
Los lesionados fueron cerca de 20 personas, y entre ellos varios han logrado contar su dramática experiencia a distintos medios de comunicación. Uno de ellos fue Yamir Carmona, quien compartió su impactante historia de sobrevivencia en el matinal Bienvenidos.
También puedes leer
Carmona aseguró que zafó milagrosamente de la muerte en medio del grave accidente y por hacer todo lo contrario a lo que dice la ley respecto al uso del cinturón de seguridad.
El afectado comenzó relatando que “generalmente todos estos buses bajan a exceso de velocidad. Yo viajo cada dos semanas y generalmente siempre es lo mismo; el olor a balata es fuerte porque bajan muy rápido”.
De lo poco que recuerda Yamir, comentó que esa noche venía durmiendo y despertó por el vaivén del bus. “Y lo primero, cuando despierto, era el olor a balata y muy fuerte. Y traté de dormir porque como siempre pasa lo mismo y disminuyen la velocidad, pero este (bus) iba muy rápido”, contó.
“Lo que más recuerdo es que venía el auxiliar informando que por favor se pusieran el cinturón. Yo, con mi experiencia que tengo, porque estuve en bombero… no sé si para la gente estará bien o mal, pero yo me saqué el cinturón y me metí bajo de los dos asientos -porque iba solo- y me sujeté de los fierros de abajo, para que así pudieran protegerme los dos asientos, de adelante y atrás, y me hicieran como una columna que me imaginaba que cuando el bus volcara iba a proteger mi cuerpo”, detalló.
A los pocos segundos, cuando el auxiliar insistía en lo del cinturón, Carmona miró para ver en qué circunstancias se encontraban, pero el impacto era inminente. “Yo veo que estamos como a unos 300 metros de una salida de emergencia y el señor conductor nunca aprovechó esa salida y siguió de largo. Y cuando veo que estamos a punto de impactar, me metí abajo y me sujeté lo que más pude de los fieros y, como les digo, la columna de los asientos me protegió y gracias a Dios estoy vivo. Fue un milagro”, agregó.
Sin querer mirar a su alrededor, el sobreviviente notó de a poco que estaba en el suelo, pues sintió tierra y piedras en sus piernas, y como pudo logró salir y avanzar hasta conseguir señal en su celular.
“Me corría entre sangre, aceite, no sabía, porque estaba muy oscuro, nunca miré hacia atrás tampoco, quería avanzar por mi instinto de sobrevivencia”, expresó él, mientras aclaraba que en su camino se encontró con otros sobrevivientes del accidente pero él continuó hasta buscar un lugar con señal y poder ubicar a los servicios de emergencia.
“Caminé 700, 800 metros y recién en ese momento había cobertura. Llamé a mi señora, ella obviamente se puso nerviosa y yo le dije que avisara a la gente que correspondía”.
Luego de algunos minutos, lo llamaron desde el hospital de Taltal para consultarle sobre la cantidad de pasajeros y posible fallecidos pues no tenían idea del accidente. Con esto, quedó en evidencia que el contacto con su esposa fue clave para la llegada de los equipos de rescate.
Finalmente, él fue ayudado por familiares que llegaron hasta el lugar donde estaba, quienes lo trasladaron al servicio de emergencia más cercano en Taltal.
