“Como cinco minuto antes de que se produjera el accidente yo desperté producto del olor a balatas quemadas que había al interior del bus, un olor muy insoportable, y me llamó la atención que el bus iba a una alta velocidad”.

Estas fueron parte de las declaraciones que entregó Jorge Orellana Jara, uno de los sobrevivientes del trágico accidente de Taltal, el cual dejó 23 personas fallecidas.

Orellana, quien es administrador municipal de Taltal, afirmó que cuando vio el letrero que indica el kilometraje, este indicaba que el conductor iba a 96 kilómetros por hora, hecho que lo preocupó.

“Lo primero que hice fue intentar pararme de mi asiento para decirle al auxiliar si estaban conscientes de que había olor a balata, para mí eso significaba que había problema de freno en el bus, y en eso aparece el auxiliar y me dice ‘tenemos un problema, vamos sin frenos y nos vamos a estrellar'”, relató Jorge, según consignó el portal de Meganoticias.

Tras esto, Orellana se puso el cinturón de seguridad y lo mismo hizo su compañero de asiento. “Nos preparamos para todo”, señaló.

En ese momento él pensaba que estaban a punto de pasar la zona de emergencia de la Cuesta Paposo, “donde los vehículos que se exceden de velocidad, cuando tienen riesgo, se tienen que lanzar hacia la derecha”, pero no fue así, ya que faltaban al menos 5 minutos para llegar a ese punto.

“Yo le digo (al auxiliar) ‘dígale al chofer que se lance a la zona de emergencia para evitar un suicidio colectivo'”, declaró Jorge, pero el bus en vez de girar a la derecha, giró a la izquierda. “En ese minuto estaba todo definido que nos íbamos a estrellar con algo en algún momento. Era el camino a la muerte en ese minuto. La desesperación era gigante en el primer piso por lo menos”, indicó.

Después de esto ocurre el accidente y Jorge comentó que no perdió la conciencia en ningún minuto y tenía claro que debía salir del vehículo, pues pesaba que iba a explotar. “Lo primero que pienso es la forma de subsistir y veo que está quebrado el vidrio de la ventana derecha del asiento siete”, puntualizó.

Por último, tras salir, Orellana intentó caminar hacia la hacia la carretera porque vio a un vehículo con las luces encendidas. “Para mí esa era la única posibilidad que yo tenía para intentar salir de esa situación. En mi trayecto, arrastrándome, cayéndome con moretones, en un momento perdí la conciencia, pero me volvía a parar (…) Estaba muy asustado, yo pensé que me iba a morir. En ese minuto si yo me caía y perdía la conciencia, sabía que no tenía ningún destino”, recordó.