La tarde de este martes se confirmó que Felipe Salaberry (UDI) dejará su cargo como subsecretario de Desarrollo Regional.

Lo anterior, tras la polémica que generó el reportaje de Radio Bío Bío que dio cuenta de una violación a la Ley de Tránsito, un altercado con un fiscalizador de Ñuñoa y las posibles presiones que su hermana Iris habría ejercido desde el mismo municipio para anular la sanción en su contra.

De acuerdo a fuentes del mencionado medio, es altamente probable que su salida se concrete esta misma jornada por esta polémica, que incluso terminó en la Fiscalía con la apertura de una investigación por el delito de tráfico de influencias.

Se espera que el Gobierno emita un comunicado y entregue más detalles al respecto. No obstante, al cierre de esta edición, aquello no ha ocurrido.

Hasta esta mañana, el mismo Salaberry había negado tajantemente los rumores que daban por hecho su salida de la Subdere e incluso salió a desmentir, a través de un mensaje a parlamentarios de su partido, a diputadas de Renovación Nacional que así lo habían afirmado tras una comida con el presidente Sebastián Piñera la noche del lunes.

Pero las polémicas no terminaron ahí y salpicaron a Iris Salaberry, quien fue desvinculada del municipio de Ñuñoa tras otro reportaje de nuestra Unidad de Investigación, la que dio cuenta que la diseñadora de vestuario cobraba coimas a emprendedores locales para poder participar de ferias comunales.

Su despido fue confirmado por el alcalde Andrés Zarhi en conversación con Radio Bío Bío la tarde del lunes.

En el contacto, la autoridad pro RN detalló que debió firmar un decreto que selló la ruptura del contrato a honorarios que mantenía la mujer con la casa edilicia ya que esta no presentó su renuncia al municipio.

Desde La Moneda la postura sobre este caso siempre fue la misma: el subsecretario siguió en su puesto tras la publicación del reportaje y el Ejecutivo aseguró de manera sistemática que la Justicia debía pronunciarse al respecto.

El viernes, fue el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien se encargó de reiterar el apoyo a su figura y quien confirmó que la única solicitud que se le hizo fue que colaborara con los tribunales para que todo se esclareciera a la brevedad.

Salaberry, exdiputado, exconcejal (1996-2000) de la misma comuna donde se registró el incidente, exsecretario de la UDI e ingeniero comercial de la exuniversidad Real también acuñó el respaldo de la presidenta de su partido, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe.

La legisladora fustigó el hecho que el Ministerio Público abriera una indagatoria por tráfico de influencias y lamentó que el órgano persecutor chileno sea, a su juicio, “el brazo armado de la izquierda”, lo que le valió críticas incluso desde el interior de Chile Vamos.

Tras conocer de su salida, el diputado Andrés Celis (RN) destacó que lo dicho por Piñera la noche del lunes había sido cierto y llamó a Van Rysselberghe a controlar sus declaraciones.

Desde la oposición, el diputado Leonardo Soto (PS) dijo pensar que su continuidad en el cargo era simplemente insostenible.