El pasado 18 de agosto se dio a conocer la historia de Natalia Mella de 17 años, quien fue brutalmente asesinada tras recibir 15 apuñaladas por parte de su expareja en Valdivia.

Por este crimen, el menor de edad, identificado en esta nota como G, fue detenido y formalizado por femicidio. Sin embargo, la Justicia consideró que se trata de un homicidio calificado con alevosía, premeditación y ensañamiento, al no existir una situación de convivencia entre la víctima y el imputado.

Y al no ser aún mayor de 18 años, el agresor está internado en la Unidad Hospitalaria de Corta Estadía al interior del Centro de Internación Las Gaviotas del Sename, dependiente del Servicio de Salud de Valdivia, mientras se cumplen los 120 días decretados para la investigación.

La trágica muerte de Natalia Mella causó gran conmoción en la comunidad. La adolescente estudiaba gastronomía tradicional en el Liceo Técnico de la ciudad y cursaba tercero medio.

Le gustaba el animé y quería viajar por el mundo, incluso consideró ingresar al servicio militar porque ahí también podía sacar una carrera y según le comentó a su hermana, “me servirá para salir de mi zona de confort”.

Natalia la joven que murió apuñalada por su expareja
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El país la conoció tras informarse su muerte y cuando su nombre pasó a la lista de mujeres que han fallecido a manos de sus parejas o exparejas.

Para su familia, Natalia era una muchacha que no tenía miedo de decir lo que pensaba, pero además era amorosa y muy regalona. Siendo la menor de todas las mujeres del clan, indicaron que le encantaban los abrazos, que buscaba cariño en todos lados, y que le gustaba que jugaran con ella.

Sin embargo, su actitud cambió tras comenzar su relación con G. Ya de por sí con una personalidad más bien introvertida, Natalia se alejó un poco de sus amigos y comenzó a ponerle más atención a su celular.

Según relató su prima Ámbar,  Natalia le había manifestado por WhatsApp que G, su pareja, era “hostigante con ella, ya no quería estar con él porque le tenía miedo a sus actos. La chantajeaba para que saliera con él”.

Dentro de las conductas de G, también estaba celarla cuando se encontraba en casas de familiares, llamándola constantemente. Posterior a la ruptura y luego de que Natalia lo bloqueara y cambiara su celular, comenzó a conseguirse números para poder hablar con ella.

Joven asesinada por su expareja
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Según indicaron sus familiares, él fue su primera relación y pese a que no tenía permitido aún tener pololo, su mamá cedió ante la insistencia de la joven.

Carola Rodríguez, madre de Natalia, y Danitza, una de sus amigas, confirmaron que la joven y G llevaban más de un año de relación. Para su madre, cuando empezó a pololear, la menor se alejó de sus amigos, sobre todo de Dantiza, con quien pasaba más tiempo.

“Hubo un tiempo en que se puso muy rebelde conmigo. No me hacía caso en nada, me mentía cuando yo le preguntaba con quien estaba en la casa”, señaló la madre de Natalia.

Además, añadió que Natalia estuvo un tiempo viviendo con G, pero después la joven volvió a la casa. Además agregó que él también estuvo un tiempo en el hogar de ellas. “Decía que su madre lo echaba a la calle y no le daba comida”, reveló.

De acuerdo a Carola, el joven vivía sólo con su mamá, su padre estaba en la cárcel y sabiendo esto, ella se conmovía y le permitía estar en la casa, para ella  parecía un muchacho normal que era respetuoso con su hija. “A lo mejor era un lobo vestido de oveja”, mencionó.

Joven asesinada por su expareja
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¿Por qué la muerte de Natalia no cuenta como femicidio?

La cifra oficial de femicidios son 26 en todo el país, la no oficial (incluyendo a Natalia) asciende a 44. Esto porque la ley Nº 20.480 de femicidio consigna que se sanciona “el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen“, dejando fuera las relaciones que no comparten morada, como el pololeo.

Es por esto que ahora se quiere ampliar la ley con el proyecto conocido como “ley Gabriela”, por la joven de 17 años que fue asesinada junto a su madre por su expareja.

El pasado 20 de agosto, a dos días del crimen de Natalia, la Comisión especial de la Mujer del Senado resolvió incluir en el Código Penal el delito de femicidio por razones de género.

El artículo aprobado en la última sesión señala que “cometerá el delito de femicidio el hombre que mate a una mujer por razón de su género y será sancionado con penas de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo”.