El pasado 24 de mayo fue un día que Mirza Ojeda Torres jamás olvidará. La mujer aceptó la visita de un vecino en su casa, luego que éste le enviara varias solicitudes de amistad por Facebook, y lo que sería una velada amistosa, terminó en una tragedia.

La mujer oriunda del sector de Chaicas, en Puerto Montt, indicó en ese entonces en un relato al matinal Muy Buenos Días que el hombre, de nombre José Zúñiga Argel, le pidió invitarlo a tomar mate y ella aceptó. En aquella reunión también participaron sus hijos pequeños, a quienes les llevó papas fritas.

No obstante, horas más tarde, cuando los niños se fueron a dormir, él intentó propasarse y comenzó el calvario de Mirza. “Me quería besar y yo no quise. Empezó a insistir, y yo nada. Siempre le dije que era como amigo. De tanto que intentó pasarse yo lo eché de mi casa y se fue”.

Ella pensó que simplemente esta experiencia quedaría como un mal rato, pero tras escuchar un ruido y levantarse a mirar, fue brutalmente atacada. “Vi a dos personas, él con su sobrino. Sentí un golpe en la cabeza y no sé cuánto tiempo habrá pasado. Desperté y me faltaban dos dedos, tenía la muñeca hecha pedazos”, relató.

ataque mujer puerto montt
Captura | CHV

En ese momento el hombre fue detenido y formalizado por agresiones graves, y la justicia lo dejó en prisión preventiva por el periodo que durara la investigación, sin embargo, el pasado 8 de agosto, el Tribunal de Garantía estimó que no era necesario que Zuñiga siguiera en la cárcel, pues podría continuar con la medida pero bajo arresto domiciliario.

Tras conocer esta determinación, la mujer publicó en su cuenta de Facebook fuertes imágenes de la agresión sufrida. “Perdón por las imágenes, pero necesito que vean el daño que esta bestia causó”, escribió Mirsa, para luego borrar la publicación.

Pero pese a que al día siguiente la Corte de Apelaciones determinó que el hombre debía regresar a la prisión preventiva, hoy en día la mujer sigue clamando por justicia y para que se evalúe el crimen como lo que corresponde, “un homicidio frustrado”.

Esto era un homicidio calificado y frustrado. Porque él me intentó matar, se ensañó conmigo. Me cortó los dedos, me cortó todo, porque yo ya no soy la misma. Tengo el hacha marcada en la cabeza. ¿Están esperando que salga y me mate? Necesito que él pague. Si tengo que subir de nuevo las fotos lo voy a hacer”, aseguró Ojeda en el matinal Contigo en la mañana de Chilevisión.

mujer mutilada por vecino en puerto montt
Captura | CHV

Si hubiera sabido que esto iba a pasar jamás lo hubiera metido a mi casa. Gracias a Dios no atacó a mis hijos”, señaló Mirsa.

No obstante, lo más crudo de su relato fue cuando habló de los recuerdos que tenía de ese fatídico 24 de mayo. La mujer comentó, al igual que en ocasiones anteriores, que solo sintió un golpe y a las dos horas despertó en el suelo de su casa con las heridas en sus brazos, manos y cabeza.

En ese momento, logró despertar a su hijo de 11 años, quien pese a su corta edad le prestó auxilio. “Yo desperté a mi hijo, de ahí mismo donde estaba botada en el suelo comencé a gritarle. Todo se dio, porque mi hijo tiene el sueño muy pesado. Y eso que no eran gritos, sino lo que me salía. Estaba muy débil”, recordó.

Y detalló: “Yo estaba botada, no entendía nada. Cuando él llegó me dijo ‘mami, ¿qué le pasó?’. Yo le decía ‘no sé, hijo’. Y me miró y me dijo ‘sus dedos, mami, están en el suelo’. Y ahí recién yo me di cuenta que me faltaban los dedos. Y me dijo ‘su cabeza’, porque yo tenía el cráneo abierto. Heridas en el cuerpo, en la espalda”.

ataque mujer puerto montt
Captura | CHV

El niño de 11 años logró tomar el teléfono y pedir ayuda a Carabineros. “Pescó el teléfono y yo, en la sangre que estaba en el piso, le dibujé el patrón de mi teléfono para que lo pudiera desbloquear. Él llamó a ambulancia y a Carabineros. Yo no sé si yo hubiese hecho lo que él hizo”.

Asimismo, le puso una toalla y se sentó encima para que no perdiera más sangre hasta que llegó la ambulancia. Cabe señalar que a consecuencia de la agresión, la mujer resultó con una fractura en dos vertebras y la amputación de dos de sus dedos.