A finales de 2017, en Argentina, Fernando Pastorizzo fue encontrado muerto en la calle con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados.

El hecho causó gran conmoción en el país vecino y en todo Latinoamérica, pues su novia en ese entonces, Nahir Galarza, dijo que lo había visto por última vez la noche anterior, pero tras presentarse algunas pruebas, confesó el crimen.

Según consignó el medio argentino El Clarín, la mujer más tarde comenzó a cambiar su versión de lo sucedido, intentando que todo terminara como un suceso “accidental”.

Pese a que Nahir fue condenada a 35 años de cárcel, el que actualmente está cumpliendo, sus abogados solicitaron que el crimen fuera considerado como un “homicidio culposo”, para que la mujer solo estuviera cinco años en prisión.

Frente a ello, el Tribunal dio su veredicto y confirmó la pena de 35 años de cárcel, rechazando por unanimidad el recurso de apelación.

A Nahir solo le quedarían dos instancias para apelar nuevamente. La primera sería interponer un recurso llamado “impugnación extraordinaria”, basándose en que el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos tiene los mismos requisitos que un recurso extraordinario federal.

Si lo rechazaran, los abogados de la mujer podrían escalar el crimen a nivel nacional con un “recurso extraordinario federal”, llegando a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Al respecto, el abogado del padre de la víctima, dijo que ambas situaciones son difíciles para Nahir, pues tendrían que decir que la defensa fue arbitraria en el fallo, limitando la discusión “a cuestiones constitucionales”.