Hace unos días nos enteramos de la denuncia de un grupo de apoderados de un colegio en Puente Alto, quienes acusaron que la enfermera a cargo de un operativo de vacunación contra la influenza habría reutilizado la jeringa en varios niños del establecimiento.

Fueron 300 los alumnos que alcanzaron a ser vacunados la jornada del sábado, en el colegio Alicante del Valle, hasta que una apoderada, que se desempeña como paramédico, denunció que la enfermera usó la misma jeringa en dos de sus hijos.

Otra apoderada, en conversación con Radio Bío Bío, explicó que recibió el testimonio de la mujer y que la encargada de vacunar a los niños se habría negado a mostrar el contenido de las vacunas y del recipiente con las jeringas descartadas.

Es por eso que la Seremi de Salud Metropolitana y personal de la PDI llegaron hasta el domicilio de la enfermera en cuestión para recabar antecedentes y alguna prueba de lo denunciado.

Cabe señalar que los propios apoderados del colegio contrataron a esta enfermera para el proceso de vacunación, luego que un estudiante de tercero básico muriera producto de un cuadro de influenza en junio pasado.

En este contexto, una de las apoderadas afectadas, Francisca García, conversó con el matinal Contigo en la mañana de Chilevisión, para contar detalles de su experiencia y, de paso, reveló un video que podría ser objeto de pericias por parte de las autoridades pertinentes.

“En el colegio se hizo una vacunación por el Centro de Padres el día miércoles, anterior al sábado cuando fue esta enfermera. Se inscribieron muchas personas. Se inscribieron padres, hermanos, y finalmente las dosis que iba a llevar este consultorio no alcanzaban. Entonces al final se terminaron vacunando sólo alumnos y los que estaban en la lista”, partió diciendo al programa.

Debido a lo anterior, el día viernes de esa semana, una apoderada le avisó que iban a continuar con la vacunación el día sábado, con una enfermera que cobraba $10 mil por vacuna. “Ahí yo inscribí a mi niña de 3 años y a mi hijo de 9 años, que es alumno del colegio. Nosotros llegamos al final, cuando llegamos nos dijeron que esta enfermera había vacunado cerca de 70 personas”, detalló.

La apoderada aseguró que cuando llegó eran “muy poquitos” y que la enfermera estaba con su cooler azul y, al otro lado de la mesa, estaba la profesora del colegio y otras apoderadas. “Yo no me fijé qué había dentro del cooler, no me fijé de nada. Me llamó un poco la atención que cuando me pinchó sólo sentí pinchazo y no sentí nada más”, recordó.

Esa fue su única duda al respecto, pero que cobró más sentido cuando su hijo, el día lunes, le dice: “Oye mamá, a todos les dolía el brazo, y eso que se vacunaron el miércoles y a mí no me duele nada”. En ese momento él se lo habría dicho como contento por sentirse bien.

De este modo, Francisca envió un video de su vacunación a tres enfermeras más y un médico, contó al espacio matutino, y la respuesta que recibió la dejó en alerta, pues dijo que en su caso no era la vacuna correspondiente. Solo en el caso de su hija sí hubo vacuna pero también con una salvedad: “Me dijeron que esa sí era la vacuna pero que no se la inyecta realmente y que tampoco trae tan poco líquido”.

De hecho, al momento de vacunar a su hija, eso fue lo que más le llamó la atención, precisamente que fuera “muy poquito” líquido. “Si tú pones el dedo índice, yo te diría que es la mitad o menos de la mitad de tu dedo índice”, especificó.

Además, por lo general “te entregan un rótulo, que es como un sticker que viene en la vacuna que tú lo puedes pegar en el carné de vacuna o en un papel con indicaciones, pero aquí todo fue muy rápido, no hubo nada eso”, agregó.

En el registro, se puede ver cómo la enfermera tapa con sus dedos el momento en que el líquido debería ir dentro, dice ella, agregando que “viendo otras imágenes, ella hace exactamente lo mismo. Es la única prueba que me hace pensar y dudar”, cerró.