Hace un poco más de una semana el cuerpo de Fernanda Maciel fue encontrado en la bodega, tras un año y cuatro meses desde su desaparición.

El hallazgo generó que Felipe Rojas, su vecino y amigo hace diez años, fuese detenido, iniciando así la investigación para saber qué pasó finalmente con la joven.

Hoy, su casa en la calle Puntiagudo de Conchalí figura llena de globos blancos, al igual que la entrada de la calle Llaima, que pese a estar todavía cercada por Carabineros y Labocar, que la mañana de este jueves trabajó en el lugar, ha sido adornada con estos artículos y con velas durante la noche.

De hecho, varios vecinos han colgado en sus casas carteles con la consigna #justiciaparafernandamacielysuhija, que han adornado con flores.

En su domicilio, en tanto, no sólo los globos blancos dan cuenta de su recuerdo. Además, un lienzo grande con varias fotografías de la joven y la frase “esto no es un adiós, sino un hasta pronto. La única muerte es el olvido. Fernanda y Josefa”, adornan la reja.

Un poco más allá, una gran foto de Fernanda y su vientre, además de algunas instantáneas donde aparece su pololo, Luis Pettersen, y una imagen con Maciel con alas de ángel cierran un homenaje triste y emotivo.[GaleriaNuevaP7 id=331]