Cada cierto tiempo salen a la luz casos policiales que parecen sacados de la ciencia ficción, por la crueldad de los hechos y la frialdad de sus protagonistas.

Este fue el caso de Yonatan Daniel Aguilar, un menor de 11 años que permaneció casi 3 años encerrado en uno de los clóset de su casa y cuyo cuerpo fue encontrado sin vida y pesando tan solo 15 kilos.

¿Sospechosos? Verónica Aguilar, su madre, quien enfrenta cargos de asesinato y abuso infantil, según consignó el medio norteamericano FoxNews.

La mujer se encontraba indocumentada en Estados Unidos junto a sus cuatro hijos: dos de ellos de su pareja y dos propios, quienes llegaron desde México.

Cómo originó la tragedia

Todo habría comenzado cuando Yonatan, quien tenía necesidades especiales, presentó problemas en el colegio. En ese momento la mujer le habría asegurado a su pareja que había enviado al niño de regreso a México, porque no estaba recibiendo la ayuda suficiente en el país.

Pero nada de eso era cierto. De acuerdo a la policía de Los Ángeles, todo cambió cuando el padrastro de Yonatan llamó al 911 notablemente afectado, asegurando que al llegar de su trabajo su esposa le había dicho que el niño estaba muerto.

La policía describió el macabro encuentro: un pequeño cuerpo que parecía el de un niño de 5 o 6 años, con sus manos frías y rígidas. También mostraba una grave desnutrición, pues pesaba apenas 15 kilos.

Vi a un niño muy demacrado y de aspecto frágil”, señaló el oficial Abel Muñoz, quien respondió al llamado.

La madre habría mantenido al menor por al menos tres años encerrado, para lo cual lo sedaba constantemente. El informe forense arrojó que el deceso se produjo por la combinación de múltiples drogas.

Cabe destacar que de ser encontrada culpable, la mujer podría ser condenada a pena de muerte.