Una gran sorpresa se llevó el personal de Gendarmería el pasado martes, al realizar un conteo de los más de 2 mil reos que alberga la cárcel Colina 1. Se trataba de la fuga de 3 de los reclusos.

A eso de las 4.30 de la mañana, Eduardo Pavez Peñaloza (condenado por robo con intimidación), Guillermo Villarroel Orellana y Pedro Torres González (por homicidio), escaparon del recinto penitenciario.

Pero, ¿cómo llevaron a cabo esta fuga? El presidente de Provincial ANFUP (Asociación de Funcionarios Penitenciarios) Santiago, Manuel Catalán, explicó al diario La Cuarta el plan que los reos habrían concretado.

Utilizando herramientas aparentemente sustraídas de los talleres, lograron romper los barrotes de su celda ubicada en la torre 3 B. Tras salir, los presos caminaron por un pasillo donde no hay cámaras y posteriormente salieron a un sector descubierto.

Sin embargo, después debían enfrentar la zona más compleja del escape. Se trata de la denominada “línea de fuego”, vigilado por 10 torres y en donde los gendarmes pueden disparar a matar.

Tras superar esta barrera, los sujetos ingresaron a los talleres y lograron romper las mallas de acero que van por dentro de los muros, explicó el dirigente.

“Los fugados tenían claro que salían justo a una población donde se podían perder rápidamente o tenían la opción de arrancar de inmediato por la carretera General San Martín. Tenían clara la película”, señaló Catalán.

En este contexto, el presidente reconoció que el principal error estuvo en la central de cámaras, las cuales debieron haber registrado cuando el trío caminaba por los pasillos de la cárcel.