Cualquiera pensaría que se trata de un remake de la película noventera de Mi Pobre Angelito, sin embargo, la situación vivida por esta madre no fue nada parecida a la relatada en el film.
Se trata de la historia de Nicola Purdy, mujer británica y madre de tres hijos, quien se encontraba en una vacaciones exóticas junto a sus retoños en la isla griega de Creta.
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De acuerdo al medio Wales Online, todo comenzó cuando la familia volvía de su viaje. Ahí, Purdy abordó el vuelo rumbo a Cardiff junto a sus tres hijos; Alex, de 12 años; Darcie, de 11; y Jack, de 24, quien además sufre de autismo.
A pesar de haber tenido un buen vuelo, el drama comenzó para esta familia cuando Nicola junto a sus dos hijos menores recogían su equipaje en el aeropuerto de su cuidad natal, momento en el que notaron la ausencia de Jack.
Presentó problemas médicos
Según relató la misma Purdy al medio, su hijo se quejó de un dolor de cabeza y presentaba vómitos cuando llegaron al aeropuerto internacional de Heraklion. Preocupada por la salud del joven, la mujer llamó al personal del avión para que le prestaran ayuda, sin embargo, jamás pensó que Jack que se quedaría abajo debido a estos malestares.
“Noté que no estaba en su asiento asignado, pero estábamos justo atrás. Pensé que estaba sentado más adelante, no había razón para que no estuviera en ese vuelo”, confesó la mujer.
Y señaló: “Estaba perfectamente ajena a lo que pasaba. Luego llegamos a Cardiff y fuimos a buscar el equipaje. Esperamos un rato, y no quedaba nadie en la zona de llegadas ni en la de salidas, y pensé, ¿dónde está mi hijo?”.
¿Qué pasó con Jack?
Nicola, al notar la ausencia de Jack, y tras haberlo buscarlo desesperadamente por el recinto, solicitó la ayuda inmediata al personal de seguridad del aeropuerto, a la policía e incluso al consulado británico. “Debió haber estado pensando que lo habíamos abandonado. Fue horrible”, admitió.
Resulta que Jack, tras ser declarado ‘enfermo’ debido a sus síntomas, fue bajado del vuelo y enviado a un hospital.
Tras ser dado de alta, una persona de la agencia de viajes donde compraron los pasajes asistió al joven, lo ayudó a abordar y lo envió en taxi hasta la puerta de su casa.
