Un horrible crimen en Estados Unidos quedó al descubierto, esto a 40 años de que el caso fuese catalogado como ‘cerrado’ por las autoridades locales.

Se trata de la historia de Ray Vannieuwenhoven, un anciano de 82 años, quien en 1976 cometió un brutal asesinato doble y una violación, hechos que dejaron perplejos a los investigadores del caso durante décadas.

De acuerdo a su vecinos en la localidad de Lakewood, Wisconsin, en Estados Unidos, “el viejo Ray”, como era conocido por sus más cercanos, pasaba sus días ayudando a sus vecinos. El único reparo que tenían de él se producía cuando se pasaba de copas y mostraba un carácter terrible.

Sin embargo, de acuerdo a lo consignado por The Washington Post, al que todos veían como un vecino más tenía un oscuro pasado, esto porque, a 40 años del hecho, Vannieuwenhoven es el único acusado por un caso ocurrido en los setenta, el cual dejó a la pareja compuesta por David Schuldes y Ellen Matheys, quienes estaban comprometidos, como víctimas fatales.

¿Cómo pillaron a Ray?

Todo se remontaría a julio de ese año, cuando David y Ellen se encontraban acampando en McClintock Park, en Estados Unidos. En el lugar, fueron atacados por Ray después de que Schuldes fuera al baño y dejara a su novia sola. En ese momento, el hombre fue asesinado luego de recibir un disparo en el cuello con un rifle calibre .30.

Ellen trató de escapar tras escuchar el ruido del arma, sin embargo, fue alcanzada por el homicida, quien la violó y tras ello, acabó con su vida disparándole dos veces en el pecho.

Ya que en ese tiempo las averiguaciones con ADN no estaban tan desarrolladas como hoy en día, el caso quedó sin resolver.

Sin embargo, años más tarde y tras un análisis al semen que la policía forense extrajo desde el cuerpo de Ellen en ese entonces, se pudo determinar que el ADN correspondía a “una familia específica vinculada al área de Green Bay, Wisconsin”, cercanos a Ray.

Tras las averiguaciones correspondientes, las autoridades dieron con Vannieuwenhoven e idearon una “encuesta” para obtener su ADN y así poder condenarlo.

Esta consistía de una serie de preguntas “acerca de la policía local” y le pidieron que una vez que la completara la metiera dentro de un sobre y la entregara. Al hacerlo, Ray nunca pensó que también había sellado su destino.

Las pruebas demostraron que el ADN de Ray era el mismo del semen encontrado en Ellen Matheys, por lo que fue capturado y acusado de ambos asesinatos y abuso sexual y se encuentra esperando un juicio en prisión.