Un horrendo caso quedó al descubierto en Chicago, Estados Unidos, donde una madre y su hija asesinaron a una joven de 19 años, quien tenía un embarazo de 9 meses.

Marlen Ochoa-López, desapareció el pasado 23 de abril, un par de semanas antes de la fecha en que daría a luz a su bebé, el que fue arrancado de su vientre por sus asesinas.

De acuerdo a los últimos antecedentes policiales, según consignó BioBioChile, se logró establecer que la mujer acudió hasta la casa de las acusadas, tras salir de la escuela Secundaria Alternativa Latino Youth, en el barrio de La Villita.

Marlen conoció a Clarisa Figueroa, de 46 años de edad, y su hija de 24 años, Desiree, a través de Facebook, plataforma en la que ofrecían apoyo a madres en gestación, es en este contexto que la víctima acudió en más de una ocasión a la casa de las mujeres en busca de ropa y accesorios para su bebé.

Sin embargo, el pasado 23 de abril fue la última vez que se le vio en el lugar, donde madre e hija asesinaron a la joven y le arrancaron al bebé que llevaba en su vientre.

Es en este contexto que entre los últimos antecedentes recopilados por la policía se estableció que Clarisa llevaba fingiendo hace varios meses un embarazo, del que incluso compartió postales en redes sociales, por lo que la hipótesis que trabajan es que la mujer que perdió a un hijo ya adulto en 2017, pretendía criar al recién nacido.

Lo anterior, porque tras arrancar al bebé del vientre de su madre, llamó al 911 asegurando que este no respiraba bien, donde luego de los exámenes de rigor se estableció que ella no era la madre y que el pequeño, que se encuentra en cuidados intensivos y con daños cerebrales, era hijo de Marlen.

Cabe mencionar que en la casa de las asesinas se encontraron rastros de sangre, el auto de la víctima, quien fue estrangulada, y su cuerpo en un basurero que estaba en la parte trasera del domicilio.