Ella creyó que se trataba de una simple “borrachera”, pero en realidad estaba embarazada
Rosie Yearling (25) jamás se imaginó cómo cambiaría su vida después de enterarse de una de las noticias más importantes en su vida. Y es que a la joven le gustaba vivir la vida loca como cualquier persona de su edad. Le encantaba salir de fiesta con sus amigos y su novio, pero después de asistir al matrimonio de uno de sus amigos todo cambió.
De acuerdo a The Sun, Rosie comenzó a sentir síntomas extraños, pero los dejó pasar, creyó que eran momentáneos, vómitos y dolores estomacales eran partes de ellos. Al principio pensó que se trataba de alguna enfermedad al estómago, pero los malestares persistieron… Estaba embarazada.
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The Sun
A menos de un mes de un mes dar a luz la joven se estaba preparando para una gran noche. “Recuerdo que lo estaba pasando muy bien, me puse mi vestido negro nuevo y me saqué varias ‘selfies'”, comentó al diario británico. Nadie nunca se imaginó que Rosie estaba embarazada, pero esa misma noche mientras disfrutaba de la fiesta sintió ganas de vomitar y corrió a los baños.
The Sun
En un principio ella pensó que se trataba de los efectos del alcohol, pero le empezó a parecer bastante extraño que pasaba el tiempo y ella todavía tenía ganas de vomitar por cualquier cosa. Un día en el trabajo, ya cansada de los dolores de estómago y de espalda decidió visitar a los doctores. Sin embargo, ellos sólo le dijeron que se trataba del estrés del trabajo.
Entonces la joven volvió a su casa y se tomó una aguita caliente para tranquilizarse, pero despertó a media noche con un terrible dolor de estómago que no la dejaba dormir. Su papá fue a verla, ya que la joven lloraba y gritaba del dolor, fue ahí cuando su padre le miró la guata y le dijo: “¿No estarás embarazada?”.
The Sun
En ese momento Rosie pensó “No podía asimilar lo que me estaba diciendo ¿Cómo podría estar yo embarazada? Con mi novio siempre hemos sido tan cuidadosos, además yo no he tenido ninguno de los síntomas de embarazo…”
Pero el dolor no desaparecía, por lo que fue al hospital y al verla los doctores también acordaron que lo más probable era que se trataba de un embarazo. Le hicieron un test, los que revelaron que tenía contracciones y ya era hora de dar a luz.
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Cabe señalar, que su hija nació totalmente sana y que el alcohol que su madre tomó durante el embarazo no la dañó. Actualmente su pequeña llamada Bella tiene un año y ambos padres la adoran, aunque aceptan que jamás se imaginaron que sus 20 años terminarían así.
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