Amaro Gómez-Pablos se defendió de las acusaciones de su exmujer, Amaya Forch, quien denunció al periodista por violencia intrafamiliar, tras una pelea que comenzó en un auto y terminó con Amaro al interior del inmueble.

Ante lo cual, el exrostro de TVN, señaló “no me arrepiento de haber entrado y lo haría mil veces más para consolar a mis hijos”. Luego de eso, Amaya llamó a Carabineros para estampar la denuncia.

Lee también: La millonaria pensión alimenticia que paga mensualmente Amaro Gómez-Pablos

Consultada por LUN, la abogada de Litis Familia, Romina Chau aclara que “el hecho de que él siga pagando el dividendo no le da derecho a entrar a la casa cuando y como quiera porque ya no es su residencia” y agrega que “si hay una situación que lo amerita, en la medida en que no haya actos de agresión hacia ningún miembro de la familia, puede hacerlo siempre que sea un caso excepcional, como el que sucedió. Los tribunales también lo entenderían así. Ahora ella también quiere hacer valer su postura al decir este es mi espacio de control y tú no puedes llegar e invadirlo. Creo que eso es lo que a Amaya le molesta”.

Y termina explicando que “ahora en tribunales lo que va a pasar es que le van a advertir evite hacer esto, usted no puede llegar y entrar a esa casa. Por esta vez se entiende”.

Por su parte, Mónica Duarte, del estudio Duarte y Arcos Abogados Ltda, indica que “en teoría él no debería llegar y entrar” aunque hay una excepción “si eventualmente no hay una orden de alejamiento, que lo desconozco porque no he visto esta causa, no veo dónde está el delito porque al parecer tampoco hubo una entrada con violencia. Me huele más a una discusión de pareja”, aclara.

Y finaliza diciendo “en términos generales, si una pareja está en un proceso de divorcio y sólo hay una separación de hecho, significa que siguen casados ante la ley. Si se casaron por sociedad conyugal y él es el administrador de esta sociedad, y si la casa está a nombre de él, no tendría por qué pedir permiso porque es el dueño de esa casa. El respetar los espacios pasa más por un respeto moral”.