De acuerdo a The Sun, Haley Smith (24) de Amarillo, Texas, Estados Unidos pesaba alrededor de 126 kilos, pero a pesar de que siempre sufrió por esos kilitos de más, jamás hizo algo al respecto, eso hasta que su novio Matt Smith le hiciera la gran pregunta “¿Quieres casarte conmigo?”.
Desde ahí todo dio un cambio rotundo, pues cuando Haley vio sus fotografías de ese especial momento, se sintió muy avergonzada al ver su verdadero reflejo en las fotos. Fue ahí cuando supo que no quería lucir igual para el día de su matrimonio.
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“Odié como me veía en las fotos de mi compromiso. Cuando las vi comencé a llorar, no me reconocí a mi misma. No quería sentir lo mismo en las fotos de mi boda, así que me propuse cambiar”, comentó al diario británico.
Desde muy pequeña que la joven sufría desordenes alimenticios, pero no fue hasta que entró a la universidad que la situación empeoró. Se alimentaba básicamente de papas fritas, dulces y carbohidratos. “Sufrí de sobrepeso toda mi vida, compraba cualquier cosa que veía y comía a cada rato. Comía cuando estaba triste, cuando estaba aburrida, estresada, feliz o cuando quería celebrar”, señaló.
Pero para ella la proposición de Matt fue un llamado de atención para que comenzara a vivir una vida sana como corresponde. “Quería un vestido de novia que realmente me gustara, no uno que me lograra quedar y escondiera mi cuerpo. No quiero sentirme más avergonzada”, comentó.
Para lograr todo esto, la joven originaria de Texas comenzó a correr gradualmente tres veces a la semana hasta que logró hacer los 5 kilómetros. Más tarde intensificó su rutina a los cinco días de la semana e incluyó una estricta dieta. “Uno tiene que empezar de a poco para comenzar tus propios hábitos”, añadió.
Cabe señalar, que Haley perdió unos 50 kilos en poco menos de un año y vivió su soñado matrimonio tal como ella siempre quiso. Más tarde se fue a disfrutar de una luna de miel en Nueva Zelanda junto al amor de su vida.
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