Para muchas personas el orden es un elemento clave para sentirse cómodo y en paz consigo mismo y el entorno. Desde la vestimenta persona hasta cómo están posicionados los diversos elementos de tu casa y habitación, el orden puede marcar una gran diferencia en tu día a día.
Y es que la sensación de estar en un espacio en el que todo está en su lugar, puede compararse, incluso, a un día soleado, junto a una piscina, leyendo tu libro favorito. Así de relajante.
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En este contexto, son diversas las formas o métodos que se conocen para ocuparse de espacio de una manera reflexiva e integrada. Es algo que va más allá de la mera decoración de un lugar, sino que tiene que ver con cómo logramos que el lugar donde dormimos y desarrollamos, probablemente, las actividades más placenteras del día a día, puede contribuir a la sensación de bienestar.
El Feng-shui, por ejemplo, es un milenario sistema filosófico chino que se centra en la ocupación consciente y armónica del espacio, para que éste tenga una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Así, entrega una serie de “reglas” que debes cumplir para lograr la “paz”.
Otro sistema, y es el que te queremos mostrar, es el de las “5 S”, una técnica de gestión japonesa, y que trata sobre cinco palabras (o principios) japonesas, y que nació en los años 60 como una medida para lograr lugares de trabajo mejor organizados, limpios y ordenados. Todo con el objetivo de mejorar la productividad y el entorno laboral.
No obstante, igualmente lo puedes aplicar a tu hogar, más que mal tu casa sigue siendo una organización y de seguro que allí también tienes harto trabajo que hacer.
La idea es que a partir de estos principios, podamos entender el orden como parte del equilibrio personal y así mejorar nuestra calidad de vida, consigna el medio argentino EntreMujeres.
¿Cuáles son las palabras?
Seiri (Clasificación):
Esto quiere decir que debes diferenciar entre los elementos necesarios e innecesarios de un espacio determinado. Debes deshacerte de los últimos, luego de una inspección acabada que te permita decidir cuáles son totalmente inútiles y cuáles los utilizaremos en un futuro muy lejano. Esta situación, sin duda, nos pone en aprietos porque nos enfrenta al apego a lo material y el temor de perder nuestras cosas. No obstante, es un hecho que podemos vivir con menos de lo que acumulamos, y un ejemplo claro es la ropa, pues tendemos a usar mucho menos ropa de la que guardamos en nuestro closet.
Seiton (Orden):
Tiene que ver con poner en orden todos los elementos esenciales para así tener fácil acceso a ellas cuando las necesitamos, y disponer de todo lo que “sobró” después de este descarte. En otras palabras, debemos organizar lo estrictamente necesario, encontrando un lugar para cada elemento. El portal señala que si repetimos ese acto por 21 días, habremos cambiado el hábito.
Un ejemplo pueden ser las llaves, si las dejamos siempre en el mismo lugar, vamos a evitar perder tiempo al momento de salir de casa, y aunque te parezca un detalle mínimo, créenos que tiene un gran efecto en nuestras emociones y entorno.
Seiso (Limpieza):
La limpieza es fundamental, desde el espacio mismo hasta los elementos que lo componen. Va en un tercer lugar porque después del orden, la tarea de limpieza es mucho más fácil, incluso si se trata de reparar cosas dañadas. Además, resulta una buena instancia para aplicar una “limpieza mental”, detalla el sitio, preguntándonos qué es lo que nos impide progresar, qué obstáculos nos ponemos para no avanzar, etc.
Seiketsu (Sistematizar):
Implica interiorizar el concepto de “pulcritud” y practicar constantemente los tres pasos anteriores. En otras palabras, quiere decir transformar estos pasos en una rutina de limpieza y verificación y aprovechar esos momentos para incluir otras rutinas positivas como pedir hora al médico, abandonar malos hábitos, etc. Si trabajas en una oficina, puede ser una buena rutina ordenar y limpiar tu espacio de trabajo antes de irte, para que al otro día sea más agradable instalarte en ese espacio. Todo esto también deja más espacio para enfocarte en ti mismo.
Shitsuke (Compromiso y disciplina):
El último paso, pero no por eso menos importante, se refiere a la construcción de estándares para así apoyar la autodisciplina y formar el hábito del compromiso. El primer concepto consiste en respetar las reglas del juego que iniciaste, tus propios acuerdos y compromiso, entendiendo que es una práctica positiva y que solo te beneficiará. Y el compromiso implica también evaluar nuestros avances y reconocer los logros nuestros y los de los integrantes que nos ayudaron con estas “5 S”.
Lo ideal sería que pudieras realizarlo en familia y así integrar a todos a un sistema equilibrado y positivo, logrando el compromiso de todos en diversas tareas. Sin embargo, si vives solo o sola y eres de aquellos que les cuesta mantener ordenada su casa, quizá este podría ser un empuje para cambiar ese mal hábito.
¡Tómalo como un desafío y juégatela!
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