Ayer les contamos la anecdótica historia de “Johnny Parada”, un hombre que se volvió popular en redes sociales luego de dejar “pagando” literalmente a su cita de Tinder.

La “víctima” hizo la denuncia a través de Facebook, funando al “estafador” divulgando un par de fotografías y su número telefónico, todo por arrancar de la cita y dejar una cuenta de 65 mil pesos que tuvo que asumir ella.

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Luego de todo el revuelo, finalmente Johnny se atrevió a hablar. El personal trainer de 36 años aseguró a LUN que ahora tiene miedo de salir de la casa, pues ha recibido varias amenazas dado que ahora su celular da vuelta por todo internet. El hombre asegura que todo lo que dijo la mujer era cierto, pero agrega otro detalle: “La mina también me estafó a mí. Y me estafó antes (…) no era como en la foto en Tinder”.

Johnny, aclaró que cuando se juntaron en el Metro Baquedano, en Santiago, la mujer con la que se encontró no era la que él había conocido a través de la aplicación, y que en un acto de “caballerosidad” decidió quedarse, aunque no le gustó.

Había puesto la foto de otra persona. Y cuando la vi era chica, con lentes de contacto de color, con la personalidad para adentro, como se dice. Era rara. No me gustó para nada. Pensé en irme en ese momento pero fui caballero y acepté que fuéramos donde ella quería, señala.

El “cafiche del año”, como lo llamaron en redes sociales, desmiente a la mujer asegurando que nunca quiso llevarla a un lugar caro, y que tampoco tomó tantos tragos como ella dice. “Si hubiera estado curado no habría podido cantar”, agrega.

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Respecto a su huida, Parada confiesa: “Lo único que yo pedía era por último encontrarme con la persona de la foto. Pero fue un engaño. Además la noté incómoda, tímida. Todo lo que estaba pasando en ese momento era falso”, señala. Pero lo que más sorprende es su honestidad brutal: “No voy a desmentir que después de cantar le dije que iba al baño y me fui a mi casa a dormir, un poco mareado, pero no borracho. Ella me llamaba, pero no contesté”.

Por último, señala que al día siguiente recibió insultos y amenazas de una amiga de la joven afectada. Pero que pese a todo, está dispuesto a pagar la mitad. “Yo no soy un estafador. No soy un delincuente”, remata.