Una mujer de Michigan (Estados Unidos) fue acusada de haber tenido un parto en la oficina, para luego volver a trabajar como si nada. Esta impactante actitud le habría costado la vida al recién nacido, como rescata el medio estadounidense Fox 8.

“Ella señaló que había sufrido un aborto y que los restos (del bebé) estaban dentro del escritorio”, declaró el detective Kevin Crittenden. La mujer fue identificada como Kimberly Pappas (25): “Fue realmente una tragedia y fue sorprendente la manera en que ocurrió”, agregó el uniformado.

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La mujer tuvo el parto en el baño: ella misma sacó a la guagua, cortó el cordón umbilical, envolvió al menor de edad en una bolsa plástica y luego lo guardó en su escritorio junto a la placenta, para luego intentar limpiar. Pero al rato, Kimberly comenzó a sentirte mal y llegaron los servicios de emergencia.

“El bebé todavía estaba tibio cuando el personal de rescate lo encontró”, agrega el policía. Aunque la mujer se defendió diciendo que tuvo un aborto, el informe forense arrojó que el bebé llegó vivo al mundo y falleció por asfixia.

Es por esto que la mujer hoy enfrenta cargos por asesinato en primer grado y abuso infantil en primer grado. En la corte, Pappas apenas habló, bajo la atenta mirada de sus padres: “Creo que existen serios problemas mentales que involucran a mi cliente”, señaló su abogado, Raumond Cassar.

Según este, su cliente estaba asustada de tener el bebé, lo cual la llevó a cometer tal acto. “Creo que ella estaba preocupada de lo que iba a hacer con su vida”, agregó. Mientras, el juicio avanza y Kimberly debe esperar tras rejas, ya que se le negó la fianza.