La muerte debe ser uno de los enigmas más grandes a los que se enfrenta la humanidad diariamente. Pero no te preocupes: los investigadores creen estarse acercando a la respuesta, luego de dirigir el estudio más masivo que se haya llevado a cabo en personas que estuvieron al borde de la muerte.

Una de las principales conclusiones a las que llegaron fue que la conciencia continúa, a pesar de que el cerebro se “apague” durante varios minutos.

Se trata de una investigación de la Universidad de Southampton, que analizó las experiencias de 2 mil 600 personas que sufrieron paros cardíacos en 15 hospitales de Gran Bretaña, Austria y Estados Unidos. De estos, cerca del 40% afirmó haber estado “consciente” en el momento en que sus corazones fueron vueltos a “echar a andar”, gracias al accionar de los médicos, drogas clínicas y la máquina desfibriladora.

xroper7 (cc) | Flickr
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De hecho, un asistente social de 57 años logró describir el sonido de las máquinas y lo que el personal médico hacía mientras su pulso desaparecía de la pantalla.

El médico Sam Parnia, líder de este estudio, afirmó que “este hombre describió todo lo que ocurrió en la sala, pero más importante, escuchó dos pitidos de la máquina que hacía ruido en intervalos de tres minutos. Por lo que pudimos medir cuánto duró esta experiencia”, como dijo en una entrevista al medio británico Daily Telegraph.

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Parnia profundizó: “Sabemos que el cerebro no puede funcionar cuando el corazón deja de latir. Pero en este caso, la conciencia parece continuar en este periodo de 3 minutos en que no hay pulso, aunque el cerebro se ‘apaga’ unos 20 o 30 segundos después de que el corazón se detiene”.

Esto revolucionaría completamente lo que significa “estar muerto” y en qué momento comienza. Uno de cada cinco pacientes dijo sentir una sensación de paz. Otros dijeron que vieron una luz brillante y sintieron el tiempo acelerarse o enlentecer, mientras otros describieron sensaciones de ahogo o de sumergirse en aguas profundas.

Parnia concluyó que muchos tienen experiencias similares al estar cerca de la muerte, pero que los medicamentos que se usan para resucitarlos evitan que tengan muchos recuerdos.