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Que se te arruguen los dedos en la piscina no es casualidad: esta es la razón científica detrás

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¿Por qué nuestros dedos se arrugan tras un baño?: la pregunta de un niño que desveló el misterio
Deutsche Welle
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Un niño curioso desencadena una nueva investigación científica al preguntar sobre por qué los dedos se arrugan en el agua. El profesor Guy German y su colega realizan un experimento revelador que demuestra que los patrones de arrugas en los dedos son consistentes y únicos para cada persona. Los científicos sugieren que estas arrugas evolutivas mejoran el agarre en condiciones húmedas, pero se activan solo cuando es necesario para evitar posibles desventajas en la sensibilidad táctil o la vulnerabilidad a lesiones.
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¿Te has fijado en cómo tus dedos se arrugan después de un buen chapuzón en la piscina o tras una ducha larga? 

Aunque muchos de nosotros no nos hayamos planteado estas dudas, hubo un niño curioso que sí lo hizo. Y su simple pregunta desencadenó algo extraordinario.

Todo comenzó cuando el profesor Guy German, ingeniero biomédico de la Universidad de Binghamton, escribió un artículo sobre este fenómeno.

Tras ello, un joven lector, envió una interrogante que dejó perplejo al científico: “¿Las arrugas se forman siempre de la misma manera?”.

Esta simple pregunta se convirtió en el detonante de una nueva investigación científica, publicada recientemente en el Journal of the Mechanical Behavior of Biomedical Materials.

La ciencia detrás de las arrugas que provoca el agua en los dedos

Para resolver este misterio, German y su colega diseñaron un experimento sencillo pero revelador. Reclutaron a varios voluntarios para que sumergieran sus dedos en agua durante 30 minutos.

Les tomaron fotografías detalladas y, al menos 24 horas después, repitieron el procedimiento en idénticas condiciones.

Al comparar las imágenes, el resultado fue contundente: los patrones de valles y bucles que adornaban las empapadas puntas de los dedos se repetían con asombrosa precisión en cada inmersión.

Habían descubierto que, efectivamente, estas arrugas siguen un patrón consistente y único para cada persona.

¿Por qué nuestros dedos se arrugan?

Los científicos creen que proporcionan una ventaja evolutiva: mejoran nuestro agarre en condiciones húmedas, facilitando agarrar objetos resbaladizos o caminar sobre superficies mojadas.

Pero, si son tan útiles, ¿por qué no tenemos las manos permanentemente arrugadas?

Aunque no hay una respuesta definitiva, los investigadores sospechan que esta textura temporal podría reducir la sensibilidad táctil o hacer nuestros dedos más vulnerables a lesiones, lo que explicaría por qué este mecanismo se activa solo cuando es necesario.