Mujer mató a sus padres y convivió cuatro años con los cadáveres: “Traté de salvarlos”
Parece un guion de una película de terror, pero es una historia real. En 2019 una mujer mató a sus padres y convivió con sus cadáveres durante cuatro años antes de ser descubierta.
Esto le ocurrió a John y Lois McCullough, quienes vivían con su hija Virginia, antes de ser asesinados por ella. Recientemente su hermana Louise conversó con el medio The Sun, revelando el horror que vivió desde que descubrió el macabro crimen.
Virginia, la mujer que mató a sus padres sin remordimientos
Fue en noviembre de 2024 cuando Virginia McCullough fue encarcelada por matar a sus padres. Al momento de ser arrestada tenía 37 años y había pasado el último periodo de su vida conviviendo con los cuerpos.
El doble homicidio se remonta cuatro años atrás de esa fecha, cuando la mujer decidió envenenar y golpear a John hasta la muerte, mientras que a Lois optó por apuñalarla.

Luego de matarlos en junio de 2019, escondió los cadáveres en su casa ubicada en la localidad de Chelmsford, capital del condado de Essex en Inglaterra.
Virginia McCullough siguió viviendo en el lugar. La pandemia del covid le ayudó a esconder la ausencia de sus padres y se hizo pasar por ellos a través de mensajes.
Durante los cuatro años que mantuvo su secreto, gastó más de 150 mil libras del dinero de las víctimas, o sea, cerca de 188 millones de pesos chilenos.
Este dinero correspondía a la pensión de sus padres, el que llegaba cada mes a sus cuentas. La mujer gastó más de 21 mil libras (más de 26 millones de pesos) en juegos de azar.

Detalles del macabro asesinato
Pero este engaño no podría durar para siempre. En 2023, el médico de la familia emitió una alerta por la ausencia de sus pacientes en sus controles de salud.
Cuando la policía llegó, Virginia supo de inmediato el motivo y confesó su crimen: “Sé por qué están aquí. Mi padre está ahí. Yo lo asesiné”.
En detalle, el Tribunal de la Corona de Chelmsford reveló el testimonio homicida de Virginia: aplicó una dosis fatal de pastillas para dormir en un trago de su papá y, al día siguiente, al encontrarlo muerto, no quiso que su mamá se enterara y la golpeó en su cama con un martillo, y la apuñaló ocho veces en pecho y cuello, mientras se disculpaba por lo que hacía.
Luego escondió el cuerpo de su madre en un closet con cinta adhesiva y construyó un mausoleo para su padre con paneles de madera, cuadros y otros materiales.
Tras su confesión, Virginia fue condenada a cadena perpetua, con una pena mínima de 36 años. Según recogió el medio The Mirror, al ser condenada le dijo irónicamente: “¡Anímense, al menos han atrapado al malo!”.

Alcoholismo y trastornos: una dura historia familiar
Louise Hopkins decidió hablar de caso esta semana. En conversación con el podcast Speakmans Hope Clinic, reveló algunos conflictos familiares que la llevaron a abandonar su casa en 2018.
“Me alejé de todos ellos en 2018 después de irme físicamente de casa en 1997”, contó la hermana mayor de Virginia, quien tiene 49 años.
John era un profesor jubilado, mientras que Lois era definida como una mujer tranquila y poco sociable. Mientras tanto, los vecinos definían a Virginia como “habladora y un poco fuera de lugar”, pero jamás la imaginaron capaz de cometer un crimen de este tipo.

Louise contó que su papá era alcohólico, mientras que su madre sufría de ansiedad, agorafobia y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
La mujer contó que John era capaz de beber una botella de vino en 10 minutos. “Fue una locura. Cuando llegué a los 18 años, me hacía ir a la licencia y comprarle whisky porque no podía parar”, recordó.
“Pensé que yo debía tener la culpa. Traté de salvarlos, pero papá era un alcohólico violento. No se ayudarían a sí mismos. Nunca los olvidaré. Los amaba, pero no me gustaban”.
Sin embargo, al momento de enterarse de que su hermana asesinó a sus padre, Louise quedó en shock. En la conversación, la mujer reveló que quedó con fuertes flashbacks, un diagnóstico de TOC y un sentimientp culpa por la forma en la que murieron sus papás.
“Lo peor es que dejaron que mis papás se pudrieran. El dolor me persigue hasta hoy”.
A pesar de todo, Louise reveló que logró perdonar a su hermana, pero que jamás irá a visitarla a la cárcel. “La perdoné por lo que hizo. No me bebo el veneno de otras personas”, expresó la mujer que además se abstuvo de participar en el juicio de Virginia.
Actualmente, la hija mayor del matrimonio asesinado se encuentra intentando reconstruir su vida tras el trágico hecho que acabó con su familia: “Mis hijos están felices y saludables, soy más positiva que negativa y tengo una buena red de apoyo”.