¿Los coliguachos te persiguen?: por qué aparecen en verano y el color que deberías evitar
Cuando el verano se instala con fuerza y las temperaturas invitan a hacer panoramas al aire libre y fuera de lo urbano no es raro que aparezcan unos visitantes infaltables: los coliguachos.
Así conocemos a la Osca lata —antes Scaptia lata—, una especie de mosca perteneciente a la familia Tabanidae.
Aunque suele confundirse con el tábano, el término en realidad agrupa a más de 116 especies distintas, por lo que no todos los “tábanos” son iguales.
¿Cómo reconocer a los coliguachos?
Los coliguachos son nativos de Chile y Argentina, y en nuestro país se ven desde la Región Metropolitana hasta la Región de Los Lagos.
Estos pueden superar los dos centímetros de largo. Su cuerpo es mayoritariamente negro y tienen bandas naranjas en la zona del estómago, rasgo que lo hace identificables.
Incluso su nombre tiene relación con su apariencia, ya que proviene del mapudungún colli (rojo) y huata (abdomen).
Las hembras se alimentan de sangre
Sobre su comportamiento, el académico Rodrigo Barahona Segovia, del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos, explicó a La Tercera que las hembras se alimentan de sangre.
“Normalmente son las hembras las que están picando y los machos son nectarívoros, es decir, se alimentan de las flores”, agregó el especialista.
¿Por qué aparecen en verano?
El coliguacho suele desplazarse en grupos y su presencia se intensifica entre diciembre y febrero, en zonas con bosques, ríos y lagos, su hábitat natural.
Según Barahona, esta aparición masiva es por su ciclo biológico, la larva pasa a pupa y luego emerge como adulto. “En enero los imagos, es decir, los adultos, empiezan a aparecer abundantemente”, detalló.
Las hembras se acercan a las personas porque buscan sangre para desarrollar sus huevos, ya que esta les aporta las proteínas necesarias.
A eso se suma otro factor clave: las prendas oscuras, como el negro o azul, tienden a atraerlas.
Cómo evitar a los coliguachos
Aunque esquivarlos por completo puede ser difícil, sí existen medidas para reducir su presencia. Una de las principales es optar por ropa clara y evitar colores oscuros.
“Si tienes que caminar bajo el sol, hay que tratar de usar manga larga. Sé que es muy difícil en verano, pero es una alternativa”, aconsejó Barahona.
También se recomienda evitar las horas de mayor calor, transitar por senderos menos abiertos y mantener la calma. Las picaduras no son frecuentes ni graves.
“El daño consiste en molestia, picazón y algo de dolor. Distinto sería si la persona es alérgica”, aclaró el académico.
Finalmente, el experto recalcó que el coliguacho cumple un rol fundamental en el ecosistema.
“Las moscas florícolas son necesarias, ya sea porque polinizan o porque forman parte de la dieta de otros animales”, afirmó.
Por eso, el llamado es claro: tener paciencia y no matarlos, considerando que su temporada dura solo algunos meses.