¿De dónde viene la Cola de Mono? Conoce su historia y la mejor receta de este infaltable trago
La llegada de las festividades de fin de año en Chile no se entiende sin uno de sus protagonistas más tradicionales: la Cola de Mono, una bebida que acompaña mesas familiares y celebraciones desde hace generaciones.
Su origen se remonta al siglo XIX y está rodeado de una curiosa historia ligada a la política nacional.
De acuerdo con el historiador Belarmino Torres Vergara, el nombre del brebaje tendría relación con el expresidente Pedro Montt, a quien su círculo cercano apodaba “El Mono Montt”.
La anécdota sitúa el nacimiento del trago durante una reunión social en la casa de Filomena Cortés.
En medio del encuentro, el exjefe de Estado habría intentado retirarse y pidió su revólver Colt.
Para evitar su partida, y ante la falta de vinos y licores, los asistentes improvisaron una mezcla con los ingredientes disponibles: leche, aguardiente, azúcar y café.
La preparación tuvo tal aceptación que comenzaron a llamarla “Colt de Montt”, denominación que con el tiempo derivó en “colemono” y, finalmente, en la conocida Cola de Mono.
Con los años, la receta se consolidó como una bebida típica para Navidad y Año Nuevo, la cual es reconocida por su sabor dulce, especiado y reconfortante.
¿Cómo preparar Cola de Mono en casa?
Para quienes quieran mantener viva la tradición, esta es una preparación clásica y sencilla:
- En una olla, mezcla un litro de leche, un tarro de leche condensada, dos ramas de canela, cinco clavos de olor, cáscara de naranja y una cucharadita de nuez moscada.
- Incorpora tres cucharadas de café soluble o una taza de café fuerte, según preferencia.
- Lleva todo a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que hierva.
- Apaga el fuego y deja infusionar la mezcla durante una hora.
- Una vez fría, agrega 150 ml de aguardiente o pisco.
- Embotella y refrigera por al menos tres horas antes de servir.
Cabe señalar que la Cola de Mono se disfruta bien fría y suele acompañarse con pan de Pascua, cerrando así un ritual que mezcla historia, sabor y memoria colectiva, y que sigue siendo parte esencial de estas celebraciones.