Canadá: Bebé nació sin pulso a la orilla de una carretera y lograron resucitarlo
Sarah Rorke era una madre canadiense como cualquier otra. Faltaban pocas semanas para que naciera su bebé y ya tenía programada la cesárea. Lo que no esperaba era que que una mañana, Sarah rompiera fuente y que el camino al hospital, las contracciones se volvieran tan fuertes, que tuvo que dar a luz en medio de la carretera.
Iban por la autopista 400 de Canadá, cuando ella le exclamó a su esposo, Ryan Connor “tienes que estacionarte. Ya viene”. Hoy, ella lo describe como “el día más terrorífico de mi vida”, como detalla el diario canadiense The Star.
Su esposa se tendió a la orilla del camino, donde su asustado esposo pudo ver lo complicada que era la situación. Avistó “no sólo dos pies, sino que dos pies que estaban de color púrpura”, detalló. Llamó desesperado al 911, donde le indicaron que su esposa no debía pujar.
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Pronto llegaron los paramédicos y ambulancias y lograron sacar al bebé… sin pulso, sin respiración y con el cordón umbilical amarrado al cuello. Rápidamente le quitaron el cordón al pequeño Ayden -quien lucía extremadamente morado- y comenzaron a hacerle compresiones en su pecho.
Durante siete largos y agonizantes minutos, la guagüita no respondía. “Se sintió como una eternidad”, afirmó uno de los paramédicos. Hasta que finalmente, logró respirar y soltar unos gruñidos. Lo trasladaron al hospital y tras horas de tratamiento en la sección de Cuidados Intensivos, confirmaron que estaba saludable y que no tendría problemas a largo plazo.
“Fue definitivamente una montaña rusa de emoción. Ambos estamos felices, tenemos un hijo que está bien, pero luego vuelves atrás y piensas en lo mal que pudo haber resultado”, explicó su padre.
A pesar de la traumática experiencia, Ayden ya está feliz en su hogar junto a sus padres y la familia intenta seguir adelante.