Pedro Cisternas, hijo de Diana Bolocco, brilló en destacado evento internacional: “Fue una locura”
Pedro Cisternas, hijo de Diana Bolocco, vive días decisivos en su carrera profesional tras un reciente viaje a Reino Unido.
El joven ingeniero aterrizó en Londres para cumplir una misión que lo impulsa en el mundo de la educación tecnológica.
Lo hizo como representante de C1DO1, empresa de Training & Competence fundada en 2015 como spin-off de la Pontificia Universidad Católica, que promueve un modelo de enseñanza práctica, remota y asincrónica, apoyada en retroalimentación oportuna.
El viaje comenzó hace menos de una semana y lo llevó a sumarse a un encuentro internacional clave para su desarrollo.
La experiencia lo conectó con académicos, investigadores y líderes tecnológicos de distintos continentes, además de ponerlo frente a desafíos que fortalecen su labor profesional.
Para Pedro, conocido en redes sociales como “Piru”, estos días marcaron un antes y un después en su camino dentro de C1DO1.
La emoción de Pedro Cisternas, hijo de Diana Bolocco
Desde Londres, el influencer compartió con entusiasmo lo vivido en el QS Reimagine Education.
“Haber estado en Londres para el QS Reimagine Education, compartiendo con founders, decanos, docentes, investigadores e inversionistas de todo el mundo, fue una locura”, comentó en Instagram.
También destacó el trabajo conjunto con su compañero: “Vinimos con Nico Prieto a representar a @c1do1 y mostrar lo que estamos construyendo para entrenar habilidades prácticas a escala, con un sofisticado sistema basado en IA”.

El certamen dejó un logro importante para el equipo. Pedro celebró el reconocimiento obtenido y señaló: “Y nos vamos como el tercer mejor proyecto en Latinoamérica entre más de 1.600 proyectos. Cierro estos días muy motivado y aprendiendo mucho, sobre todo en vender y comunicar”, afirmó.
Además, agradeció a sus compañeros de trabajo: “Gracias Nico Prieto por el ejemplo, y gracias Julián Varas por la oportunidad”.
Aunque la conferencia fue el foco del viaje, Pedro aprovechó el tiempo para recorrer Londres. Caminó por el Tower Bridge, disfrutó la oferta gastronómica del Borough Market y se maravilló con la Catedral de San Pablo.
Y, como fanático del fútbol, cerró su paso por la ciudad en el estadio del Chelsea, donde vivió la emoción de un partido contra el Arsenal.