¿Por qué hay personas que sudan más que otras? Especialista revela los posibles motivos
El sudor es una respuesta fisiológica a cargo de las glándulas sudoríparas, que se activan cuando aumenta la temperatura corporal. Esta función nos permite enfriar la piel y el cuerpo, además de eliminar desechos y toxinas, por lo que se trata de un mecanismo de termorregulación.
Sin embargo existen personas que sudan mucho más que otras, y a esta condición de salud se le llama hiperhidrosis, y afecta aproximadamente entre el 1 al 4% de la población general.
“Puede ser por causa secundaria de alguna condición de salud que aumenta el metabolismo basal, como por ejemplo el hipertiroidismo, sobrepeso y obesidad, el embarazo, el estrés o condiciones estresantes, y también algunos fármacos que estimulan el sistema nervioso simpático”, explica Beatriz Arteaga, directora de la escuela Técnico Nivel Superior de Enfermería de la Universidad de las Américas.
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“También puede darse por causa primaria en personas que presentan un sudor excesivo, pero precisamente en algunas zonas como las manos, axilas, las plantas de los pies y en menor medida la cara y el cuero cabelludo“, agrega.
En aquellos pacientes con hiperhidrosis de causa primaria, es importante consultar a un médico, pues la transpiración constante empieza a afectar sus actividades de la vida diaria.
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Diagnóstico
Según comenta Arteaga, el médico realizará una evaluación precisa para cada persona e indicará el tratamiento adecuado, que está en base a fármacos anticolinérgicos, que bloquean la acción del sistema nervioso periférico, y el uso de lociones que contienen aluminio para evitar el sudor de la glándula.
Además, dice, se indica la toxina botulínica (que produce parálisis muscular), o cirugías para la sección del ganglio simpático, entre otros tratamientos, pero siempre indicados previamente por un médico.
“A nivel de la población general, las recomendaciones apuntan al uso de desodorantes y antisudorales. La acción de estos productos apunta a enmascarar el olor que se produce por la transpiración”, indica la especialista.
Si bien el sudor no emite olor propiamente tal, al estar en contacto con la piel y la flora bacteriana normal, produce un aroma que no es agradable, y que los desodorantes ayudan a contener.
Los antisudorales, en tanto, tienen componentes que evitan la producción del sudor por parte de la glándula sudorípara propiamente tal.
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Recomendaciones
Otra recomendación que entrega Beatriz Arteaga apunta a la ropa. “Lo ideal es preferir prendas de algodón o fibras naturales, que sean ligeras y no oclusivas, y evitar la ropa sintética que favorece la sudoración excesiva”, señala.
Si la persona realiza ejercicios al aire libre y puede estar expuesta al sol, se sugieren los colores claros más que los oscuros. “También debemos cautelar la hidratación correcta, con agua y bebidas que puedan reponer los electrolitos”, añade la especialista.
En esa línea, existen preparados hisotónicos que las personas pueden consumir, pero advierte que hay que tener cuidado con personas diabéticas, porque estos implican aumento de la glucosa y podrían descompensar a estos pacientes.
“Por último se recomienda evitar las comidas o bebidas estimulantes, como el café y el alcohol, además de controlar el peso corporal”, concluye.
