Existen muchas variedades de queso, tipo Gouda, Chanco, semiduros, mantecosos, Mozzarella, Quarterolo, Edam, tipo Roquefort o Gruyère, entre otros. Lo cierto es que es un producto presente en muchas de las mesas chilenas, pero ¿sabemos cómo debemos conservar cada tipo?
Se debe tener en cuenta que el queso es un alimento de tipo lácteo que está “vivo”, por lo que irá cambiando conforme vaya pasando el tiempo, y de acuerdo a su tipología debemos ser cuidadosos con su fecha de caducidad (ojo, que la tiene).
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Ahora bien, la forma adecuada de conservar este alimento para que no pierda sus propiedades o se eche a perder antes de tiempo es en el refrigerador y jamás sobre los muebles de la cocina.
De acuerdo a Luc Talbordet en La Vanguardia, experto en queso y al frente de la quesería Can Luc de Barcelona, al ser un producto vivo necesita “respirar”, por lo que envolverlo en plástico o guardarlo en un envase que no le permita transpirar es uno de los errores más comunes.
“El queso necesita respirar. Por eso hay que envolverlo en papel microperforado o papel de horno”, señaló.
Cabe mencionar que cuanto más curado esté el queso, mayor tiempo durará si lo conservamos como se debe. Revisa otros consejos recopilados por la revista Muy Interesante:
Queso fresco y de pasta blanda
El queso fresco, al igual que la mozzarella, brie, camembert y feta, son variedades que no se conservan por mucho tiempo en buen estado.
En el caso del queso fresco se recomienda comerlo a los pocos días de haberlo comprado, mientras que los quesos de pasta blanda podrán durar un poco más, una o dos semanas.
Gruyerè y Gouda
Los quesos semiduros duran aproximadamente hasta tres semanas dentro del frigorífico. Y ojo, los puedes congelar para consumirlos hasta un par de meses después de haberlos adquirido.
Parmesano y Cheddar
Las variedades de pasta dura, como manchego, parmesano, cheddar y emmental, son los que menor contenido de agua tienen, por lo que se mantienen perfectos durante más tiempo en el resfrigerador. Pueden durar hasta seis semanas si no has abierto su envase.
Queso rallado
Este queso fácilmente puede presentar moho en menos de una semana, por lo que es preferible rallar uno al momento de consumirlo. Si no es el caso, prefiere comprar los que tengan envase con cierre hermético y guárdalos tratando que no quede aire en su interior. También lo puedes congelar.
Finalmente, se recomienda guardar este alimento en la parte delantera del refrigerador o en el cajón de las verduras, y sacarlo unos 30 minutos antes de comerlo para que esté a temperatura ambiente.