Debido al coronavirus los niños deben permanecer en los hogares. Sin colegio, sin recreo y sin visitas a las plazas, los más pequeños consumirán menor energía de lo habitual. Entonces ¿cómo adaptar su dieta a los tiempos del COVID-19.

“En el confinamiento corremos el riesgo de padecer ansiedad, estrés, desánimo, etc., lo que propicia picar entre horas e instaurar hábitos poco saludables”, dijo a Talva el nutricionista Guiseppe Russolillo.

La clave para una buena alimentación, dijo el especialista, es no olvidar hidratarse: “Con caldos caseros, agua y solo algún refresco ocasional, que no debe superar una o dos veces a la semana”.

Y en casos de que los niños (o las personas mayores) no quieran beber agua, aconsejó hacer jaleas neutras a las que se les puede añadir frutas.

Además, indicó cinco recomendaciones para la alimentación de los niños durante el confinamiento:

1. Azúcar:

Sustituir el azúcar procesada por otra natural y sana como la panela, miel y frutas (manzana asada, higos, dátiles).

2. Cinco raciones de frutas y verduras al día:

Russolillo aconsejó prepararlas de forma salteada y en batidos y no ofrécerlas a los niños justo después de sacarla del refrigerador para que esté “madura y dulce”.

3. No a la comida rápida:

“Tiene que ser muy esporádico el consumo de pizzas, hamburguesas, canelones y otros alimentos precocinados. Hay que limitarlos a un día espacial, un sábado por la noche, etc., pero desde luego, nunca a diario”.

4. No sobrealimentarse:

“Debemos ser conscientes de que estamos comiendo mucho más de lo necesario”, por ello indicó que hay preparar recetas tradicionales (como legumbres) y tomar agua y comer fruta cuando se sienta ansiedad.

5. Suplementos alimenticios:

Como estamos en confinamiento, el especialista señaló que utilizar suplementos de comida no es recomendable, y que es mejor recurrir a la “alimentación natural”.

“Obtener la vitamina D, el calcio y el fósforo necesarios para el crecimiento de los niños, por ejemplo, de exponer a los niños 10 o 15 minutos al sol desde terrazas o ventanas, y de comer lácteos, huevos, pescados azules, hígado, frutos secos, brócoli, legumbres, etc.”, concluyó.