Muchas personas prefieren comprar verduras, picarlas y dejarlas en el congelador, para poder aprovecharlas de la mejor manera y no perderlas.

¿A quién no le ha pasado que abre el refrigerador y las ve podridas? Por eso, es una muy buena opción congelarlas, sobre todo por el poco tiempo que la mayoría tiene en la actualidad, debido a las cargas académicas, laborales o familiares, entre otras.

Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que comamos 5 porciones al día de frutas y verduras. No obstante, si preparamos mal estas últimas no aprovecharemos mucho sus nutrientes ni disfrutaremos de su textura original.

Lisa Shepherd, especialista en nutrición y ciencias de la alimentación en la Universidad de Tennessee (Estados Unidos), citada por Huffington Post, explicó que “dado que el proceso de congelar verduras está diseñado para preservar la mayor parte de sus nutrientes, su sabor, su textura y su color, es importante que continuemos manteniendo esos atributos al cocinarlas”.

En este sentido, te dejamos algunos consejos del medio, tras consultar con especialistas sobre los errores que cometemos:

Error 1: escoger cualquier bolsa de la sección de congelados de un negocio o supermercado

No es llegar y tomar cualquiera, ya que la si las verduras están apelmazadas “significa que se han descongelado y se han vuelto a congelar en algún momento de camino al supermercado y han perdido nutrientes en el proceso”, señala la dietista Beth Auguste.

Si esto ocurre las verduras se deshidratan, lo que hará que se forme hielo y, con ello, el cambio de sus características.

Error 2: utilizar verduras congeladas en la receta equivocada

Shepherd asegura que “los mejores platos para utilizar verduras congeladas son guisos, sopas y cualquier otro plato que disimule la textura de las verduras”. También, aconseja no mezclar congeladas y frescas.

Error 3: descongelar las verduras antes de cocinarlas

Si las dejas un tiempo a temperatura ambiente para descongelarlas, no vuelvas a hacerlo, ya que no es necesario. “Como el agua congelada se dilata y las verduras son casi todo agua, el proceso de congelación fuerza y estira al máximo las paredes de las células, lo que provoca un debilitamiento de su estructura y una textura más blanda cuando se descongela”, dice Shepherd.

Eso sí, hay dos excepciones: el choclo y la verdura de hoja verde.

Error 4: cocinar demasiado tiempo las verduras congeladas

La dietista Casey Seiden explica que “en general, las verduras congeladas pequeñas, como las judías verdes, tardan poco en cocinarse, mientras que otras, como las patatas o los trozos grandes de zapallo, necesitan más tiempo”.

Para saber cuándo están listas, te puedes ayudar con un tenedor para saber qué tan cocidas están.

Error 5: rehuir del microondas

Muchas personas prefieren no usar este artefacto debido a que cambia la textura de algunos alimentos, pero si no tienes tiempo y no te queda otra opción, solo recuerda no descongelar la verdura.

“En el caso de las verduras con una textura más firme, mételas al microondas entre 4 y 6 minutos en total sin añadir nada de agua”, aconseja Brittany Linn, dietista, quien también recomienda hacerlo a intervalos de 60 segundos para ir monitoreando, debido a que no todos los microondas tienen la misma potencia.

No obstante, si quieres que te queden más blandas, sí puedes aplicar un poco de agua.

Error 6: tardar un año en cocinar las verduras congeladas

¿Tienes verduras en el congelador hace más de un año? ¡craso error! Según los expertos, la duración es de 8 a 12 meses, así que te recomendamos que las ingieras antes de ese periodo.

Error 7: dejar que se quemen en el congelador

Si la bolsa en la que las guardaste se ha roto o no quedó bien cerrada, de seguro tus verduras se quemaron.

“Las consecuencias pueden ser un menor valor alimentario si la bolsa no está bien sellada y conservada”, advierte Seiden.

Si bien no perderán sus propiedades si esto ocurre, sí cambiará su textura.