“Barbie humana” genera impacto con polémico tratamiento antiedad: involucra a su hijo

La argentina Marcela Iglesias, conocida mundialmente en redes sociales como la “Barbie humana”, volvió a instalarse en la conversación pública tras revelar el último y más polémico procedimiento al que está dispuesta a someterse para “mantenerse joven”: utilizar sangre de su propio hijo para un tratamiento antiedad.

Radicada hace años en Los Ángeles, Estados Unidos, Iglesias tiene 47 años y un largo historial de intervenciones estéticas. En su lista figuran cirugías, inyecciones, terapias con células madre y transferencias de grasa de donantes, todo orientado a un mismo objetivo: frenar el paso del tiempo y conservar una apariencia juvenil, informó Mega.

Su apuesta más reciente es un controvertido procedimiento llamado Multi Generation Plasma Transfusion. Este consiste en extraer sangre de su hijo de 24 años —después de una batería de exámenes para comprobar la compatibilidad— para luego transfundírsela a ella con la promesa de regenerar y rejuvenecer sus células. “Le extraen sangre a mi hijo y me la dan a mí. Soy una especie de vampiro”, comentó sin rodeos.

En conversación recogida por Clarín, Marcela recordó que su obsesión con la estética viene desde la infancia. “Mi mamá nunca me quiso comprar la muñeca porque a ella no le gustaba. Entonces, de grande, decidí transformarme en una”, relató, explicando el origen de su alter ego de “Barbie humana”.

Los tratamientos de la Barbie Humana

Ya instalada en Estados Unidos, la "Barbie humana" comenzó a trabajar de lleno en su imagen y en la estética llamativa que hoy exhibe en redes sociales.

“Siempre me gustó llamar la atención. Me gusta maquillarme y vestirme de forma llamativa. Aprendí que la gente tiene derecho a tener una opinión, pero esa opinión no tiene por qué afectarme”, sostuvo.

Además del tratamiento con la sangre de su hijo, Iglesias también ha recurrido a terapias avanzadas. Sobre las inyecciones de células madre, detalló que se ha aplicado “30 millones de células madre que generan nuevas células en mi cuerpo. Te las inyectan de forma directa en el torrente sanguíneo”.

Aunque muchos de sus procedimientos generan polémica y debate, Marcela reconoce que todo nace de un miedo muy profundo: “Me da miedo envejecer, me da miedo llegar a la vejez toda achacada. A eso le tengo miedo, a no llegar bien”, confesó, dejando en claro que, al menos por ahora, seguirá buscando nuevas fórmulas para desafiar al tiempo.