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Sociedad
¿Sabías que la luz que emite la piel se apaga tras la muerte?: esto es lo que señala la ciencia
Escrito por: Marina Peñaloza
Xataka Ciencia
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
Científicos descubren que cada ser vivo, incluidos los humanos, emiten un tenue resplandor de "flujo de fotones de baja energía", un fenómeno biológico imperceptible, pero real. Investigadores captaron este brillo en ratones y plantas, confirmando que la piel humana emite luz mil veces más débil de lo que la vista puede ver. El metabolismo celular produce estos fotones, y al morir se apagan debido a la interrupción del flujo sanguíneo que impulsa su generación. Este hallazgo revela que, literalmente, estamos hechos para brillar, confirmando que todos tenemos un "brillo especial".
Desarrollado por Bío Bío Comunicaciones¿Sabías que cada centímetro cuadrado de tu piel emite brillo? No es poesía, es biología. En este preciso momento estás brillando, tenemos una luz que emite la piel naturalmente.
Todos los seres vivos, incluso los humanos, emiten un tenue resplandor. Se trata del llamado "flujo de fotones de baja energía", algo imperceptible a nuestra vista, pero existe, y se extingue cuando morimos.
Investigadores de la Universidad de Calgary y el Consejo Nacional de Investigación de Canadá pudieron captar este fenómeno en un experimento con ratones y plantas.
Según señalan, la luz que emite el cuerpo humano es mil veces más débil que lo que pueden detectar nuestros ojos. Y, curiosamente, nuestra cara es la parte que más brilla.
¿Por qué la piel emite luz?
La razón tras este fenómeno tiene que ver con la bioquímica celular. Nuestro metabolismo produce estos fotones como producto de los procesos que nos mantienen vivos.
Estos emiten el equivalente a "unos pocos fotones por segundo por centímetro cuadrado de tejido cutáneo", precisa New Scientist.
Y entonces ¿por qué nos apagamos al morir? según explican científicos de la Academia de Ciencias Checa, está relacionado con la interrupción del flujo sanguíneo.
La sangre, rica en oxígeno, es uno de los principales impulsores del metabolismo que produce los biofotones.
De momento, el hallazgo confirma algo tan poético como tangible: literalmente, estamos hechos para brillar.
Así que la próxima vez que alguien te diga que tienes un "brillo especial", puedes responder que, efectivamente, todos lo tenemos.
