Claudia Schmitd habló de su matrimonio con amigo de Farkas: “Después de un año lo estoy contando”

Sociedad
Captura Canal 13 | Archivo
El Vaticano confirma la canonización de la beata italiana Vincenza María Poloni, basada en un milagro que salvó a la chilena Audelia Parra de un grave cuadro clínico en 2013. Tras una cirugía complicada con riesgo de vida, su nieto rezó a la beata y Audelia se recuperó, calificando el suceso como un milagro. La Congregación de las Hermanas de la Misericordia de Verona, fundada por Vincenza, recomendó enviar los antecedentes del milagro. Tras 11 años de investigación, el Vaticano confirmó la canonización de Vincenza, reconocida por su labor en ayudar a enfermos y necesitados.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEl pasado 27 de enero, el Vaticano confirmó la canonización de la beata italiana Vincenza María Poloni. La decisión se basó en un milagro que involucró a la chilena Audelia Parra, oriunda de Los Andes.
En 2013, la mujer, de 63 años, enfrentó un grave cuadro clínico debido a una fisura en la arteria aorta. A pesar de múltiples intervenciones, su salud no mejoraba.
El 16 de diciembre de ese año, ingresó para una cirugía de rutina. Sin embargo, la operación se complicó y sufrió una hemorragia interna que puso su vida en riesgo.
En aquel entonces, los médicos le advirtieron a su familia que el desenlace sería fatal.
Ante la desesperación, su nieto, Álvaro Martínez, entonces seminarista, rezó ante la imagen de Vincenza María Poloni, beatificada en 2008.
Inesperadamente, Audelia se recuperó y retomó su vida con normalidad.
"Es un milagro, con Diosito que estoy aquí. Muy lindo esto, precioso lo que me pasó, y estoy aquí viva", expresó la mujer en el matinal Tu Día.
Además, recordó cómo su entorno reaccionó con asombro: "Me abrazaban y me decían: '¿Cómo podía ser eso?', después de que no me podía mover ni nada. Es un milagro".
Captura Canal 13
Tras el suceso, Álvaro contactó a las Hermanas de la Misericordia en Quilleco. Ellas le recomendaron enviar los antecedentes a la congregación en Verona, ya que podía tratarse de un milagro religioso.
Durante 11 años, el Vaticano investigó el caso hasta confirmar la canonización de Vincenza María Poloni.
Nacida en Verona en 1802, Vincenza María Poloni mostró desde joven una vocación profunda por ayudar a los enfermos y necesitados.
En 1840, junto con el padre Carlo Steeb, fundó la Congregación de las Hermanas de la Misericordia de Verona. Su misión se enfocó en la educación y el cuidado de los enfermos.
Además, dedicó su vida a apoyar a los pobres y marginados, brindándoles ayuda espiritual y material. Gracias a su labor, muchas personas encontraron esperanza y consuelo.
Finalmente, la Iglesia reconoció su santidad y la beatificó en 2008. Hoy, su legado sigue vigente a través de su congregación en distintos países.