Pasada la Navidad, ¿cuándo se debe desarmar el árbol de Pascua?

El árbol de Pascua es un elemento central de la Navidad, cargado de simbolismo que combina tradiciones religiosas, culturales y folclóricas.

Su origen se remonta a los pueblos europeos, como los celtas y germanos, que utilizaban árboles perennes en el solsticio de invierno, para representar la vida eterna, decorándolos en honor a la naturaleza y a sus dioses.

Con la expansión del cristianismo, este símbolo fue reinterpretado para representar el "Árbol de la Vida" del Jardín del Edén y la conexión con Dios.

Tal como consigna Clarín, hoy, el armado del árbol se ha convertido en un ritual familiar que fomenta la creatividad y la unión, marcando el inicio de la temporada navideña, especialmente el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.

¿Cuándo se desarma el árbol de Navidad?

Aunque cada familia elige el momento que más le acomoda, tradicionalmente se desarma el 7 de enero, tras la celebración de los Reyes Magos, que tiene lugar el 6 de enero.

Esta fecha marca el cierre de las festividades navideñas en gran parte del mundo cristiano.

Sin embargo, en algunas culturas, como en México, las decoraciones se mantienen hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria.

Fechas clave de la temporada navideña

Además del 8 de diciembre, existen otras fechas importantes en las que el árbol de Navidad cobra protagonismo:

• Del 16 al 24 de diciembre: Las Posadas, celebradas en países como México, recuerdan el peregrinaje de María y José antes del nacimiento de Jesús.
• 24 de diciembre: Nochebuena, una de las celebraciones más importantes, con cenas familiares e intercambio de regalos.
• 25 de diciembre: Navidad, el día para conmemorar el nacimiento de Jesús.
• 28 de diciembre: Día de los Santos Inocentes, celebrado con bromas en América Latina y España.
• 31 de diciembre y 1 de enero: Nochevieja y Año Nuevo, una transición marcada por reuniones familiares y celebraciones.
• 6 de enero: Día de Reyes, que honra la llegada de los Reyes Magos al portal de Belén y cierra las festividades con tradiciones como la Rosca de Reyes.

En resumen, el árbol de Navidad no solo adorna los hogares, sino que también simboliza la esperanza, la unión y la espiritualidad que caracterizan esta época del año.

Su armado y desarme dependen de las tradiciones familiares, pero siempre es el reflejo de una celebración compartida.