¿Letras más simples? Estudio analizó 350 mil canciones y reveló los secretos de la música popular

Un estudio realizado por expertos de Alemania y Austria develó la evolución de la música popular en los últimos 50 años.

En concreto, la investigación ―que fue publicada en la revista Science― analizó meticulosamente más de 352.000 temas desde 1970 hasta 2020.

El estudio empleó 33 descriptores para examinar el uso de pronombres, formas verbales, puntuación, vocabulario complejo, rimas y repetición de líneas, entre otros aspectos; en canciones de distintos géneros, tales como rock, pop, rap, country y rythm & blues.

La evolución de los éxitos musicales en los últimos 50 años

Los resultados confirman una simplificación general en las letras a lo largo del tiempo, aunque con variaciones entre géneros.

Según Alejandro Amon, experto de la marca especializada en sonido, Blik, “la simplificación en las letras es más evidente en el rap, destacando el aumento de la repetitividad, incluso con palabras más cortas".

"Sin embargo, en el rock, la simplificación se refleja en una disminución de la complejidad semántica”, añadió.

Respecto al impacto en el éxito de los temas, Amon señaló que “si bien la popularidad objetiva de las letras y las canciones se ha medido", es difícil "establecer una relación directa entre la riqueza lingüística y la probabilidad de éxito, ya que intervienen múltiples factores”.

Este estudio se suma a investigaciones anteriores que ya habían observado una ralentización en la velocidad de las canciones pop exitosas, un tono emocional más sombrío y un aumento en el uso de la primera persona del singular en las letras.

“Estos hallazgos sugieren una preferencia por canciones con temáticas simples y repetitivas, lo que refleja quizás una demanda del público hacia una música más introspectiva y fácilmente digerible”.

¿Influye cómo escuchamos la música?

Amon explica que según el estudio Los efectos de escuchar música con audifonos, “los oyentes tienen niveles de escucha preferidos más altos con auriculares tipo earbud, que con auriculares over-the-ear".

"Además, los niveles de escucha preferidos aumentaron en entornos ruidosos, que puede llevar a un aumento de la presión sonora en el oído”, destacó el experto, lo que explica cómo nos hemos estado relacionando con la música durante los últimos años.

En este contexto, el psicólogo Felipe Gutiérrez, de la clínica digital Saluta, explica que “la música tiene un gran poder psicológico, ya que puede cambiar el estado de ánimo", agregando que "sus efectos pueden ser estimulantes o sedantes".

"La música es una buena herramienta para expresar nuestros sentimientos y emociones, no importando si tocas un instrumento o cantas en la ducha. Por tanto, la emoción se puede definir como ‘un estado afectivo intenso y transitorio, producido por un estímulo del entorno o una situación interna del propio individuo que transforma el equilibrio psicofísico’”.

Así, para algunos, la emotividad se desprende de la propia esencia sonora del fragmento musical; para otros, está condicionada por las características individuales del oyente que la percibe y con el significado que cada sujeto le otorga.

Según estudios, el género pop “ha reducido la complejidad léxica y estructural de sus letras, al tiempo que adoptó un enfoque más personal”.

“Las canciones más escuchadas se han vuelto más simples, marcadas por repeticiones y centradas en problemas personales como tema principal”, comentó el psicólogo.

"(Con ello), se puede inducir que las personas buscan la identificación personal, su estado de ánimo y su situación actual al escuchar determinada canción", continuó.

"Se sabe que ante determinado momento emocional de una persona, la música puede tener efectos de reducir el estrés y la ansiedad. Dependiendo de la canción y/o género musical, puede tener efectos sedantes o estimulantes que pueden cambiar el estado de ánimo”, añadió.

Por ende, la música, independientemente del género, puede cambiar notablemente la forma en que nos sentimos.

“Esto puede ser bastante beneficioso, ya que si utilizamos la música de forma terapéutica, podemos mejorar nuestra productividad o nuestro estado anímico”, concluyó.