Logo página 7

Sociedad

Han pasado diez años: así ha cambiado "el niño más gordo del mundo"

Escrito por:   Scarlet Stuardo

Así luce hoy el niño más gordo del mundo

AFP

Cerca de 200 kilos llegó a pesar Arya Permana en su momento más crítico. Sólo tenía 9 años y, a su corta edad, se había convertido en el niño más gordo del mundo.

El menor oriundo de Indonesia no podía caminar sin ayuda, debía ser bañado en una piscina en el patio de su casa y permanecer de pie era una tarea que lo dejaba sin aliento.

Esto luego que perdiera el control de su apetito con sólo ocho años, llegando a comer más de cinco veces al día, en una dieta que incluía papas fritas, pescado, sopas, hamburguesas y todo tipo de alimentos.

Fue tal el aumento de su peso que, en menos de dos años, el pequeño ni siquiera podía comer solo debido a las complicaciones que le provocaban las proporciones de su cuerpo.

Comienzo de una nueva vida

Ya ha pasado casi una década desde entonces y hoy logró dejar atrás la imagen que viralizó su caso en 2014.

Según contó el medio británico The Sun, Arya comenzó a bajar de peso gracias a un cambio drástico en sus hábitos de vida.

El primero en ayudarle fue Ade Rai, conocido entrenador personal y culturista que tomó su caso y le alentó a hacer ejercicio.

A los ocho años y con 190 kilos, comenzó un camino que modificó su alimentación y que luego incluyó una cirugía bariátrica para controlar su apetito.

El caso tomó tal revuelo que el gobierno de Indonesia financió esta intervención, para contribuir a la salud del niño que hoy retomó su peso saludable, según recogió CNN.

El niño más gordo del mundo

Actualmente Arya ya no es el niño más gordo del mundo y pesa 86 kilos: su vida ha cambiado totalmente. “Ahora estoy feliz, puedo caminar y también puedo jugar", dijo el menor a The Sun. "Me he vuelto más ágil que antes", expresó.

Por su parte, Ade Rai destacó el caso en sus redes sociales como inspiración a otras personas que buscan un cambio en su vida.

"Rezamos para que Arya aumente su entusiasmo por el entrenamiento y pueda progresar no sólo visualmente, en su apariencia, sino también, lo más importante... la calidad general de su salud", escribió sobre el menor, que hoy es fanático del bádminton.

"Arya es ahora un símbolo de esperanza. La gente ahora dice: incluso si él puede perder peso, entonces ¿por qué yo no puedo?", añadió el entrenador al medio local Jakarta Post.

En tanto, Arya aún debe someterse a una serie de procedimientos estéticos en el hospital Hasan Sadikin para retirar la piel extra que le dejó su cambio físico.