El atroz crimen de James Bulger, de tan solo 2 años, conmocionó a Reino Unido en 1993. Principalmente por la edad de sus asesinos, Jon Venables y Robert Thompson, que tenían apenas 10 años el 12 de febrero de ese año, cuando secuestraron al niño para luego torturarlo y matarlo.

Venables, que tiene actualmente 40 años, puede ser liberado antes de Navidad después de que se le concediera una audiencia de libertad condicional, lo que generó controversias por la complejidad de su caso, ya que tras cumplir su condena es encarcelado por nuevos delitos vinculados a menores.

El asesinato convirtió a los niños en los asesinos más jóvenes de la historia moderna de Inglaterra. Ese día de febrero, pasadas las 3 de la tarde, Jon y Robert se llevaron a James de la puerta de una carnicería en Bootle, Merseyside, mientras su madre hacía las compras por unos segundos en el local.

Dos días después de la desaparición del niño, su cuerpo mutilado fue encontrado en una vía de ferrocarril en Walton, Liverpool.

Un crimen brutal

Poco a poco, las pistas llevaron el rastro hacia los menores, que se habían ausentado de la escuela y vistos por 38 personas durante la caminata que hicieron con James ya secuestrado.

Una cámara de seguridad de la calle los capturó “observando” a niños en el centro comercial y luego llevándose a Bulger a las 3:42 p.m., antes de llevarlo a una caminata de dos millas y media a través de Liverpool hasta el pueblo de Walton.

Al menos dos testigos que declararon verlos durante ese trayecto, contaron que los intentaron frenar porque James estaba llorando y tenía un chichón en la frente, pero ellos dijeron que James era su hermano pequeño y continuaron su camino.

Llevaron al niño de dos años a una vía de ferrocarril cerca de la estación de tren en desuso de Walton & Anfield: allí lo torturaron, le arrojaron pintura en los ojos, piedras, ladrillos y una barra de hierro en la cabeza.

Luego de que la policía diera a conocer las imágenes de las cámaras de seguridad de baja resolución para intentar dar con los jóvenes asesinos, una mujer reconoció a Venables, y contactó a la policía.

A ambos se les acusó ​​de asesinato el 20 de febrero; y las pruebas forenses confirmaron que tenían la misma pintura en la ropa que se encontró en el cuerpo de James.

En el juicio posterior en Preston Crown Court, se consideró que los niños eran “lo suficientemente maduros” para saber que estaban haciendo algo “gravemente malo”.

Culpables siendo menores de edad

A Venables y Thompson fueron declarados culpables el 24 de noviembre de 1993 y el juez los describió como “astutos y malvados”. También se levantaron las restricciones a la divulgación de sus nombres, ya que se consideró de interés público hacerlo.

Los asesinos fueron liberados a los 18 años en 2001, después de sólo ocho años, y se les dieron nuevas identidades. Thompson no reincidió, pero Venables lo hizo en varias oportunidades, por tenencia de drogas y de material fotográfico de abuso sexual infantil.

Trasladaron a sus padres a diferentes partes del país y también recibieron nuevas identidades debido a las amenazas de muerte en su contra.

Jon Venables: una vida de delitos vinculados a menores de edad

Jon Venables, condenado a prisión indefinida, pero es puesto en libertad en 2001 cuando tenía 18 años. En septiembre de 2008, a Venables lo arrestaron nuevamente después de una pelea y recibió una advertencia formal por violar los términos de buena conducta de su licencia.

Apenas tres meses después lo amonestaron y se le impuso toque de queda por posesión de cocaína. En 2010, volvió a prisión cuando le encontraron decenas de imágenes de abusos de niños en su casa de Cheshire.

Un disco duro examinado por la policía descubrió que contenía 57 imágenes de ese tipo, y luego Venables admitió que se había hecho pasar en línea por una mujer de 35 años que había abusado de su hija de ocho años.

Las imágenes que tenía en su posesión incluían niños de hasta dos años siendo abusados por adultos, y él se declaró culpable de descargar y distribuir imágenes sexuales infantiles, delito por el que lo condenaron a dos años de cárcel.

Durante su segundo período en prisión, le dieron otra nueva identidad debido al riesgo que representaba una violación de seguridad previa: obtuvo nuevamente la libertad condicional en 2013 y adoptó su cuarta nueva identidad.

En febrero de 2018 es encarcelado por tercera vez, durante 40 meses, nuevamente tras declararse culpable de tener más de 1.000 imágenes de niños en situaciones de abuso. Incluía fotografías de categoría A –las más graves– y un “manual” de pedofilia.

Un pedido de libertad condicional y el rechazo de la familia de James: “Mataría a otro niño si lo liberan”

Según reportó MailOnline, su caso se escuchará en la audiencia el martes 14 y el miércoles 15 de noviembre. Un panel de libertad condicional de tres personas interrogará a Jon Venables en privado y tomará pruebas de varias fuentes penitenciarias, incluidos funcionarios que tienen contacto diario con él, su oficial de libertad condicional y psiquiatras.

También podrán leer las declaraciones sobre el impacto en las víctimas hechas por la madre de Jamie y su padre, quienes han implorado a la Junta de Libertad Condicional que rechace el intento de Venables de ser liberado con licencia.

Esta podría ser la última oportunidad de que Venables pueda apelar antes de que se presenten ante el Parlamento de Reino Unido las nuevas reformas de libertad condicional propuestas por el exsecretario de Justicia, Dominic Raab.

El Proyecto de Ley para Víctimas y Prisioneros hará de la seguridad pública la única prioridad al considerar la liberación de reincidentes. Actualmente, los derechos de los internos tienen más peso a la hora de tomar este tipo de decisiones.

Por su parte, Ralph Bulger dijo a The Sun: “Durante demasiado tiempo, se ha ignorado a las víctimas y sus familias mientras las autoridades anteponen los llamados derechos de los delincuentes peligrosos”.

A James le faltaba un mes para cumplir tres años cuando lo secuestraron Venables y Thompson. Su hermano menor, Michael, de 29 años, dijo a principios de este año que incluso después de tres décadas nunca perdonará a los asesinos, y agregó que Venables debe permanecer tras las rejas.

Nunca conoció a su hermano por el crimen de Jon Venables

El joven nació ocho meses después de la tragedia y, aunque nunca conoció a su hermano, creció con los impactos de esos acontecimientos. “Los asesinos de mi hermano nunca serán perdonados. Se llevaron a mi hermano mayor, a quien nunca llegué a conocer. Me robaron mi infancia, en pocas palabras”, le dijo a Sunday Express.

Si bien estaría bajo estrictas condiciones de licencia, incluidas restricciones a su movimiento y probablemente con tobillera electrónica, Venables goza de anonimato de por vida, por lo que la gente no sabrá dónde ubicarlo. Si finalmente liberan al asesino, podría volver a las calles para Navidad.

Un portavoz de la Junta de Libertad Condicional dijo que “las decisiones de la Junta de Libertad Condicional se centran únicamente en el riesgo que un preso podría representar para el público si es liberado y si ese riesgo es manejable en la comunidad”, y agregó que un panel examinará cuidadosamente una amplia gama de pruebas, incluidos detalles del crimen original y cualquier evidencia de cambio de comportamiento, además de explorar el daño causado y el impacto que el crimen ha tenido en las víctimas.

“Las revisiones de la libertad condicional se llevan a cabo minuciosamente y con sumo cuidado. Proteger al público es nuestra prioridad número uno”, declaró.