Issei Sagawa no solo es un asesino caníbal confeso, sino que pese a comprobarse su autoría en un homicidio, se libró de la cárcel e incluso se convirtió en una celebridad en Japón.

La historia de este hombre está llena de perturbadores datos, por ejemplo, que fantaseaba con comer carne humana desde los seis años y que su cuento favorito era Hansel y Gretel.

El crimen de la estudiante holandesa Renée Hartevelt en 1981 lo hizo famoso, pero su plan de asesinar y comer el cuerpo de su víctima se remonta hace muchos años atrás.

Según consigna The Sun, Issei Sagawa tenía 23 años cuando irrumpió en el departamento de una alemana en Tokio usando una máscara de Frankenstein, con el fin de matarla y comer su carne.

Por fortuna, la mujer pudo contra el japonés y cuando este fue detenido, Sagawa mintió y le dijo a la policía que su objetivo era atacarla sexualmente, pues creía que lo iban a tratar mejor.

Issei se libró de este problema con las autoridades gracias a su pudiente padre, quien le pagó a la mujer para que retirara los cargos en su contra.

El crimen de Renée Hartevelt

En 1977 Sagawa fue aceptado en la Universidad de La Sorbona de París para estudiar Literatura e idiomas. Fue allí donde se obsesionó con Renée Hartevelt, quien le daba clases de alemán.

La noche del 11 de junio de 1981, Issei tomó su arma y le disparó a la joven estudiante, quien estaba en su departamento.

En una antigua entrevista, el sujeto afirmó que en un principio tuvo remordimiento por el asesinato.

“Pensé en llamar a la ambulancia, pero después pensé ‘no seas estúpido, hace 32 años sueñas con esto y ahora está pasando'”, afirmó, según consignó el mencionado medio.

Tras el homicidio, Sagawa atacó sexualmente el cuerpo de Hartevelt y luego lo cortó en diversas partes. Días después, el hombre se dio cuenta que no sería capaz de comérselo todo y decidió deshacerse del cadáver.

Issei puso los restos de Renée en dos maletas y se fue en taxi hasta el parque Bois de Boulogne. Allí tiró el equipaje por una pendiente, pero transeúntes no demoraron en descubrir su perturbador contenido.

Sagawa fue detenido tres días después de tratar de deshacerse del cuerpo de Hartevelt y él de inmediato confesó el crimen. “La maté para comerme su carne”, dijo el hombre, al ser interrogado por la policía.

 

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Libre y una estrella en Japón

La justicia francesa sometió al asesino caníbal a una revisión psiquiátrica y fue declarado interdicto, quedando internado en un instituto criminal psiquiátrico.

Dos años después fue deportado a su país y allí lo diagnosticaron con un trastorno de personalidad. No lo sometieron a ningún tratamiento y, de forma insólita, en junio de 1986 lo dejaron en libertad.

Pese a los horribles detalles del crimen, Sagawa se convirtió en una celebridad. No solo escribió varios libros, sino que protagonizó documentales, portadas de revistas, comerciales y hasta una película pornográfica, donde fingía que comía el cuerpo de una mujer.

 

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Issei jamás ha mostrado arrepentimiento por el asesinato de Renée Hartevelt y nunca le ha pedido perdón a la familia de la joven. Es más, a sus 72 años admite que aún tiene deseos de comer carne humana.

Actualmente el asesino caníbal vive en Tokio bajo otro nombre y al cuidado de un hermano menor, luego que en 2013 sufriera un accidente cerebrovascular.