De seguro en más de alguna ocasión has notado que tu perro le ladra insistentemente a una persona o se aleja asustado de ella, como si pudiera percibir algo que es invisible a nuestros ojos.

En este contexto, un reciente estudio publicado en la revista especializada Science Direct, reveló que los canes pueden diferenciar a una persona buena de una “mala”, aunque no tenga relación directa.

El estudio consistía en un experimento donde participaron los dueños de los perros. Estos recibían un contenedor que debían abrir, pero al no poderlo hacer solos, le pedían ayuda a uno de los investigadores.

De ese modo, el “ayudante” podía responder de tres maneras diferentes: socorrer al dueño del perro, quedarse de pie mirando o negarse a ayudarlo. Y siempre en presencia del can.

En el siguiente paso, los investigadores interactuaban con los perros ofreciéndoles un “trato”. En estos casos, los animales eran mucho más receptivos a la hora de relacionarse con las personas que habían ayudado a sus dueños o, al menos, se habían comportado de forma pasiva. Mientras que rechazaban a quienes se negaron a ayudar.

Considerando lo anterior, el estudio concluyó que los perros no siempre actúan por su propio interés, ya que en este caso, sintieron que no estaban siendo buenos con sus dueños y por lo tanto, tampoco quisieron relacionarse con ellos.

Contexto | Pexels
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Perciben las señalas

Por otra parte, debemos considerar que en general, todos los animales pueden detectar fácilmente señales químicas que los humanos secretamos. Así lo señaló Cristián Ugaz, académico de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad de Las Américas, a Página 7.

Considerando lo anterior, el especialista describió que las señales más comunes detectadas por los perros, son las químicas, como las feromonas; las olfativas, como los aromas específicos de ciertas sustancias o de alguna enfermedad (diabetes o COVID-19) y las auditivas y visuales que se puedan demostrar a través de la expresión corporal e incluso facial.

“Los perros tienen más de 300 millones de receptores olfativos (el humano posee 6 millones) por lo que puede oler una mayor gama de aromas, incluso los indetectables para el ser humano. Al tener esa capacidad olfativa y por medio del órgano vomeronasal, los canes pueden detectar las feromonas que las personas secretan en diversas situaciones, y es por lo que se generan señales que ellos detectan”, describió el experto.

Asimismo, detalló que existen feromonas desencadenantes, que generan un cambio inmediato en el comportamiento de los perros. “Es por eso que a veces pueden ladrarle incesantemente a ciertas personas“, apuntó.

“Esto, además tiene relación con la expresión corporal de la persona, ya que si el perro se siente amenazado, comenzara a ladrar para generar un amedrentamiento de dicho sujeto“, agregó.

Contexto | Pexels
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Reconocen en base a su experiencia

Tomando en cuenta los resultados del estudio, Ugaz especificó que más que detectar a una persona “mala”, los perros reconocen los comportamientos en base a sus experiencias, las cuales van formando emociones positivas o negativas.

“Por lo general las emociones negativas tienen relación con el miedo, dolor o angustia que sufrieron en ciertas circunstancias, causadas por el comportamiento de otro animal o de una persona, incluso de un lugar en específico”, explicó.

Debido a eso, los canes son capaces de reconocer las situaciones y a las personas que les generaron esas emociones negativas y, por lo tanto, cambian su comportamiento a un modo agresivo o escapan del lugar.

“Un animal reconoce su ambiente físico y social desde todos los puntos de vista, por lo que las personas con las que convive o se enfrenta diariamente, son parte de su entorno y reconoce su lenguaje corporal“, añadió.

De ese modo, el veterinario destaca que un ambiente predecible para los animales, en especial para los perros, les permite tener un mejor grado de bienestar, ya que se sienten seguros y confortables en él.

“Nuestra rutina diaria es fácilmente reconocible por los perros, incluso cuando nuestro comportamiento es diferente, como la tristeza y el llanto. Los animales reconocen nuestro estado de ánimo, producto del vínculo humano animal que existe, por lo que buscan estar cerca de su cuidador durante esos episodios”, concluyó sobre el vínculo.