Un día después de cumplir los 11 años, la inglesa Mary Bell estranguló a un niño en una casa abandonada cerca de Scotswood en Newcastle, Inglaterra. Dos meses después, el 31 de julio de 1968, asesinó a otro menor en las mismas condiciones.

Nacida en 1957, desde temprana edad la niña fue víctima de los contantes maltratos de su madre adolescente, quien incluso la abandonó a los 5 años.

Más tarde, la niña con “rostro angelical” comenzó a descargar su furia torturando a perros y gatos de su barrio. Sin embargo, con el tiempo los animales no fueron suficientes.

Crímenes macabros

Fue así como el 25 de mayo de 1968, asesinó a su vecino Martin Brown, cuyo cuerpo apareció en una casa abandonada en las cercanías de Scotswood. En ese entonces, la autopsia reveló que el niño de 4 años había sido asfixiado y luego golpeado con un objeto contundente.

Pero eso no fue todo, ya que Bell dejó una nota cerca del cuerpo, que decía: “Yo asesino para poder volver”, según consigna el diario electrónico Daily Star.

Archivo
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En julio de 1968, la menor asesinó a otro niño. Esta vez se trataba de Brian Howe de 3 años, quien fue estrangulado y asesinado en la misma zona que Brown. La víctima tenía la letra “M” marcada en el abdomen, el pelo cortado y los genitales mutilados.

Cuando fue entrevistada por la policía, la menor afirmó que vio a un niño jugando con tijeras y golpeando a Brian. Sin embargo, hasta ese entonces nadie sabía cuál elemento había sido el arma homicida.

Condenada por homicidio

Fue así como Bell quedó detenida por el segundo homicidio. Antes del juicio, salieron a la luz nuevas pruebas que la vinculaban con el primer crimen. En este contexto, la policía escuchó testimonios de otros niños que sugerían que Mary se había jactado de sus retorcidos crímenes.

De ese modo Bell fue condenada por el delito de “homicidio involuntario” en 1968, debido a la disminución de la responsabilidad, considerando las evaluaciones psicológicas.

La niña pasó 9 años en la cárcel, antes de escapar brevemente. Tras ser capturada y devuelta a prisión, finalmente fue liberada en 1980.

Luego de cumplir su condena, Bell recibió el beneficio del anonimato, para comenzar una nueva vida. En 2003 se dio a conocer que tiene una hija y una nieta.