Hong Kong, Zúrich y París son las tres ciudades más caras del mundo para vivir, según constató un informe publicado este miércoles por el semanario británico The Economist.
Esta es la segunda vez en que las tres urbes comparten los primeros puestos de este estudio, que revisa los precios de 138 bienes y servicios de 133 ciudades de todo el mundo.
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El informe indicó que la canasta de bienes y servicios ha subido unos 0,3 puntos en promedio durante 2020, debido al efecto de la pandemia coronavirus, donde las categorías que más han aumentado su valor son el tabaco y las actividades recreativas -incluida la tecnología-, mientras que las mayores bajas fueron las prendas de vestir.
Además de esa canasta, The Economist también analizó otros parámetros como el costo del alquiler, el transporte, la educación, los alimentos, las bebidas y los artículos de casa y de uso personal.
La ciudades más caras
Al listado de las diez urbes más costosas la completan Singapur, Tel Aviv (Israel), Osaka, Copenhague y Los Ángeles (Estados Unidos).
En tanto, las ciudades cuyos precios han subido durante el último año es Teherán, que subió 25 puestos en la tabla debido a las sanciones de Estados Unidos, que dificultan el suministro de bienes a Irán.
Por otro lado, también se encuentra China que según el informe sus ciudades han subido en la tabla “debido a la guerra comercial” entre este país y Estados Unidos, “que ha puesto a prueba la resistencia de las cadenas de suministros y ha elevado los precios al consumidor”.
Las ciudades menos costosas
El ranking de las ciudades menos costosas en la tabla, son: Damasco (Siria), Tashkent (Uzbekistán), Zambia, Caracas (Venezuela) y Almaty (Kazajistán).
Latinoamérica y África son dos regiones donde se han registrado las mayores caídas de precios en productos debido a las divisas locales y a un aumento de la pobreza, dice el estudio.
Las ciudades que cayeron 23 posiciones en el tabla fueron San Pablo y Río (Brasil). México D.F. también descendió 20 lugares y Lima disminuyó en 14.
“Aunque dependerá mucho de la trayectoria de la pandemia, esperamos que muchas de las tendencias en los precios se mantengan durante 2021. Con la economía global sin muchos visos de regresar a los niveles previos a la pandemia hasta 2022, se seguirá limitando el gasto y los precios estarán sometidos a presiones a la baja”, concluyen en el informe.
