A estas alturas, para nadie es un misterio que Estados Unidos es uno de los países más golpeados por el COVID-19. Las últimas cifras arrojan más de un millón 250 mil contagiados y alrededor de 75 mil muertes, producto de la pandemia.

Y quienes bien saben lo grave que es la situación, son los trabajadores de la salud y fue una enfermera de la ciudad de Nueva York quien realizó una grave denucia, a través de las redes sociales.

Mediante una transmisión de Facebook Live, Nicole Sirotek, que trabaja en la primera línea de la batalla del coronavirus en los recintos asistenciales, acusó que los pacientes no están muriendo a causa del virus, sino que están siendo “asesinados” por “negligencia y mala gestión médica”.

Intubaciones inadecuadas, sedaciones innecesarias y procedimientos médicos irresponsables, es parte de lo que se ve a diario, según la profesional.

Literalmente estoy diciendo que están asesinando a estas personas”, sostiene Nicole en el registro, quien confesó que cuando ha abogado por sus pacientes, ha sido reasignada a otras unidades, lo que sucedió en dos hospitales en los cuales se ha desempeñado en la ciudad.

Sirotek expuso en el video que en muchos casos las personas no estaban muriendo por el COVID-19, sino que por el “tratamiento médico criminal” que reciben los contagiados, de acuerdo a sus conocimientos de enfermería.

Así, por ejemplo, señaló que en una oportunidad una enfermera “mató” a un paciente con el desfibrilador, a pesar de tener pulso. Ella, al percatarse de la situación, pidió ayuda para evitar que lo hiciera, pero desde la dirección no la tomaron en cuenta y el paciente terminó falleciendo producto de esta práctica.

También aseguró que en otro caso a un paciente se le administró un tipo incorrecto de insulina. “Nadie está escuchando. No les importa lo que le está pasando a estas personas. No lo hacen. Literalmente vengo aquí todos los días y los veo matarlos”, señaló visiblemente afectada, añadiendo que en su unidad, esto ha llevado a “una tasa de mortalidad del 100%”.

Incluso, Nicole sostiene que en más de una ocasión le han asignado a personas que ya están muertas, pero nadie lo sabe. “¿Cuánto tiempo llevan muertos? ¡Nadie lo sabe!”, exclamó en la reproducción, en donde también hizo una cruda comparación.

Esto va a ser un ejemplo extremo, pero esto es realmente lo único que se me ocurre. Es como si estuviéramos en la Alemania nazi (…) todos me dicen ‘espera, estás haciendo un gran trabajo, no puedes salvar a todos, eres increíble, eres una gran enfermera'”, declaró.

Si bien, Sirotek dejó en claro que no es médico, “estoy bastante segura de que cuando desfibrilas a alguien con un latido cardíaco de 40 y un ritmo estable, y los matas, es un asesinato“, expresó, entregando un último mensaje.

“Manténte a salvo. Manténte alejado de Nueva York por su atención médica”, concluye en el registro.

Cabe mencionar que Sirotek no mencionó en qué hospitales había estado trabajando. Pero Quinton Martínez, un compañero de enfermería de Nevada que también llegó hasta dicha ciudad para ayudar a tratar a pacientes con COVID-19, aseveró al New York Post que Sirotek estuvo trabajando inicialmente en el Hospital Elmhurst en Queens, antes de ser transferida a otra instalación, desde donde la sacaron cuando apareció el video.