Un 8 de mayo de 1945 llegó a su fin la Segunda Guerra Mundial luego que las tropas británicas invadieran el territorio alemán, provocando la rendición de los nazis.
Sin embargo, hasta el día de hoy todavía existen varias hipótesis de cuál fue el hecho que catapultó la rendición del “Eje”, cuya causa principal habría sido el suicidio de Hitler el 30 de abril de ese año.
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Así lo explicó el historiador alemán Hugh Trevor-Roper, según consignó BBCL, cuyas conclusiones sobre la Segunda Guerra Mundial son las más aceptadas en la actualidad, a la que se suman varios detalles del testamento del líder Nazi, Adolf Hitler. Incluso sus relatos fueron utilizados de base para realizar la película alemana El Hundimiento.
De acuerdo a Trevor-Roper, el famoso líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán se habría dado cuenta que Alemania perdería la guerra un día antes de su muerte, el 29 de abril. En ese momento el territorio se encontraba cercado por los rusos y los miembro de las Juventudes Hitlerianas arriesgaban su vida para llevar las comunicaciones al ejército alemán.
Ese día Hitler hizo su rutina habitual en el búnker – el llamado Führerbunker-, al que se confinó para que no fuera encontrado: su ayudante personal junto al barbero recortaron su característico bigote y cabello. Se reunió con su médico, Theodor Gilbert Morell, quien le recetó gotas de cocaína para su ojo que no dejaba de tiritar y luego almorzó con Eva Braun, quien 40 horas antes de su suicidio se convertiría en su esposa.
En el almuerzo diría: “Nunca caeré en manos de los enemigos, ya sea vivo o muerto. He dado órdenes de quemar mi cuerpo con lo que nunca será encontrado. La mejor manera es pegarse un tiro en la boca. El cráneo se destroza y tú no notas nada. La muerte es instantánea”.
Ante el horror de Eva Braun por el disparo, ésta optaría por tomar cianuro, veneno que fue probado primero con la mascota de Hitler, su perra Blondi, para observar si la sustancia era efectiva o no. Luego en animal fue enterrado en el patio del búnker.

A eso de las 22:00 horas del 29 de abril, Hitler escuchó que Mussolini fue abatido en Italia y que su cuerpo fue exhibido a la gente. Hecho que aumentó su paranoia, acota el historiador.
En la madrugada del 30 de abril, Hitler reunió con su personal superior e informó sus planes de suicidio y posterior cremación para evitar que los rusos lo tomen como botín de guerra. “No quiero ser mostrado en una exposición de un museo”, admitió.
Y las malas noticias para el líder Nazi no dejaron de llegar. Más tarde ese día, el almirante Karl Donitz, le explicó que el ejército no pudo entrar a Berlín y a lo que Hitler responde, dejando a todos atónitos: “Deben tomarse medidas inmediatas y despiadadas contras los traidores“.
Luego tendría una reunión privada con el médico de las SS, Werner Haase, a quien le da las instrucciones de su muerte y le indica que se suicidaría junto a Eva Braun.
Horas más tarde, Hitler y su esposa entrarían a una habitación cerrada donde se suicidan. Hitler se disparó y Braun ingirió una dosis de cianuro. Luego, una comitiva entraría a la habitación a tomar los cuerpos para ser incinerados.



