Contrario a lo que muchos creen, en la época de verano existen personas más propensas a estresarse e incluso a deprimirse, y si a eso le sumamos el factor “sin vacaciones”, la situación podría ser realmente compleja.

En este contexto, el psicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant, “hay quienes tienen un mayor nivel de ansiedad y preocupaciones, lo que altera su condición mental, ya que siempre están esperando cumplir con sus ideales o expectativas, tienen un elevado nivel de exigencias y de perfeccionismo que les impide abrirse a nuevas realidades”, por eso, un verano sin vacaciones puede sonar como lo “peor” para este tipo de personas, sin embargo, existen varias formas de sobrevivir a este estrés aun cuando se tenga que seguir trabajado.

Para Marchant, esta temporada puede ser ideal para abrirse a compartir en nuevos escenarios, darse permiso y romper viejos esquemas. Por lo anterior, un grupo de expertos de distintas clínicas y centros de salud, entregaron a Página 7, una serie de consejos para superar un verano sin vacaciones pero que no por eso tiene que ser aburrido.

1.- Lo principal y más importante: disfrutar del verano

Juan Pablo Westphal, psicólogo de Clínica Santa María, señala que el verano es sinónimo de luz y calor, por lo tanto, es importante disfrutar de la luz y el calor.

Como los días son más largos, se puede aprovechar la tarde para hacer deporte al aire libre, salir a caminar, ir al parque, a la plaza, a lo mejor una piscina. “En el fondo disfrutar los días largos y el calor para realizar actividades entretenidas”, recomienda.

Y agrega: “Cada etapa del año tiene su afán, así como en el verano decimos ‘qué rico el sol y bañarnos en la playa’. También en el invierno decimos ‘qué rico que hace frío, me voy a acostar tempranito o me voy a hacer unas ricas sopaipillas’. Cada etapa del año aprendamos a disfrutarla con lo que tenemos, no con lo que no tenemos“.

Westphal indica que debemos aprender a disfrutar del momento, de lo que se está haciendo, incluido nuestro trabajo, el traslado y nuestra hora de almuerzo, por ejemplo. “En forma general, durante el año hay que aprender a disfrutar. A veces trabajamos mucho como robots, la gente corre, está estresada y acelerada y nos olvidamos de vivir el ahora, el momento, el día a día”, advierte.

2.- Evitar las comparaciones

“Es muy importante despejar de nuestros pensamientos actitudes e ideas que nos lleven a acentuar las quejas, y evitar las comparaciones, que nada ayudan al bienestar personal y familiar”, comenta Marchant, pues de nada ayuda a la salud mental el victimizarse o competir con quien vacaciona mejor.

“Es el momento de volverse creativo y de ampliar el contacto con amistades y con momentos de esparcimiento sencillos y a la mano de cualquier persona”, aconseja.

3.- Dejar tiempo para el ocio

En el mismo día hay que dejar tiempo para el ocio y el descanso, nuestro sistema nervioso y nuestra mente necesitan ese reposo a diario, lo puede hacer a través de dejar el auto en la casa y salir a caminar cuando vas de compras, por ejemplo. Salir a pasear con su mascota, programar salidas o paseos breves de fin de semana a lugares tranquilos y energizados es la recomendación.

“Elija ver y escuchar menos noticias y opte por buena música, buena lectura y conversación. En casa puede hacer cosas que están pendientes o que ayudarán a hermosear su ambiente: pintar, preparar ricas comidas, jardinear, construir etc.”, recomienda Marchant.

Westphal, en tanto, agrega que incluso puede ser puede ser entretenido jugar a ser turistas en la propia ciudad donde se vive, ya que al menos en la capital, circula menos gente en esta temporada.

4.- Valorar las relaciones familiares y de amistades

En estos momentos en que a veces el estrés de saber que “pasaremos de largo” en el verano sin vacaciones, es importante valorar las relaciones con familiares y amistades. Este aspecto es clave para recuperar la salud mental y nutrir nuestro viaje interior, el mismo que nos ayuda a desprendernos de resentimientos pendientes y de limar nuestro ego, explica Marchant.

Juan Pablo Westphal, psicólogo de Clínica Santa María:

“Es importante organizar salidas y juntas con amigos y familia. Es tan encillo como pasarlo bien con la gente que queremos y que estimamos. Nunca debemos dejar de disfrutar e incentivar la vida familiar, la vida con quienes compartimos en el día a día. Conversar, hacer un picoteo, reírnos un rato juntos”, agrega Wespthal.

5.- Centrarse en los pensamientos actuales

Eliminemos ideas contaminadas o pensamientos perturbadores que no hacen más que centrarse inútilmente en preocupaciones acerca del futuro. Cambiemos el foco hacia una actividad en el presente y de nuestro gusto, pues ayuda mucho para el descanso.

6.- Tener una alimentación balanceada

El doctor Jean Camusseigt, nutriólogo de Clínica Dávila, comenta que una alimentación balanceada siempre es importante y en estos casos en que a veces tendemos a decaer, necesitamos energía constante, es decir, los macronutrientes (proteínas, carbohidratos, lípidos) y micronutrientes (vitaminas, minerales, antioxidantes).

“A veces cuando faltan algunos nutrientes o determinadas proteínas podría haber una baja de ánimo, pero la verdad es que lo más frecuente es que haya bajas de fuerzas y energía, sobre todo si la alimentación es muy desbalanceada. La ingesta de algunos nutrientes que son serotoninérgicos, como el azúcar, levantan el ánimo por ese mismo mecanismo”, señala.

“Hay muchos pacientes con cuadros ya sea reflujo o colopatía funcional, más conocido como colon irritable, cuyo gatillante es el estrés”, agrega.

7.- Recuperar el cansancio

Para poder dormir bien con altas temperaturas, la neuróloga del Centro del Sueño de Clínica Santa María, Catalina Torres, recomienda que lo ideal es mantener la temperatura del dormitorio entre 16°C y 20°C.

Si es que no se tiene aire acondicionado, lo aconsejable es mantener un ventilador que permita generar corriente de aire fresco, manteniendo algunas puertas y ventanas abiertas.

Además, “lo ideal es comer liviano de noche, evitar el consumo de alcohol y realizar actividad física unas 2-3 horas antes de dormir”, sostiene la Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Vespucio, especialista en Medicina del Sueño.

También hay que evitar la exposición a pantallas de celular, TV o computador en la noche”, agrega Benavides