Tanto en nuestra casa como cuando vamos de visita a otra, tenemos nuestra rutina cuando utilizamos el baño, específicamente respecto a cómo nos deshacemos del papel higiénico.

Algunos optan por lanzarlo directamente a la taza del baño mientras otros disponen de un papelero para arrojarlos allí. Pero claramente el papel no es el único desecho que eliminamos, pues también están los algodones, cotones, alguna toalla higiénica u otros objetos de primera necesidad que, a veces por apurados, terminamos lanzando al WC sin mediar las consecuencias.

El tema es que estos residuos no son iguales al papel higiénico, primero porque básicamente no todos se deshacen en el agua. En el caso de los pañuelos desechables, por ejemplo, algunos contienen microplásticos; al igual que las servilletas que suelen incorporar algún componente no diluible y lo mismo ocurre con las toallitas húmedas.

Según el medio español HuffPost, los líquidos tampoco se salvan, pues los químicos tampoco son favorables para el retrete y las tuberías, como es el caso de los combustibles.

La gasolina y los combustibles son los más contaminantes, ya que impregnan el agua y son tremendamente peligrosos”, indicó al medio Miguel Ángel Gálvez, subdirector de Depuración y Medio Ambiente del Canal de Isabel II (empresa pública española encargada de la gestión del agua), quien además reveló que el principal enemigo a eliminar en este sentido es el aceite.

Los aceites son líquidos cuando están calientes, pero cuando se enfrían se solidifican”, detalló, recomendando que lo mejor es llevarlos en tarros a un punto limpio.

Otros productos que jamás deberías lanzar al inodoro son medicamentos (aunque sean jarabes), ni tampoco líquidos de fumigación y detergentes.

En definitiva, está prohibido todo líquido que no pueda ser disuelto en el agua o que vaya a producir una contaminación tóxica en ella”, aseguró Francisco Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS).

De hecho, para dejarlo más claro, los expertos indican que al WC solo deben ir ‘las tres P’: “Pipí, popó (fecas) y papel higiénico“. Por lo que en caso de duda, lo mejor es evitar lanzar algo y depositarlo en un papelero o basurero.

Para despejar algunas dudas respecto a lo que podemos y lo que no podemos lanzar a la taza del baño, debes considerar (siempre y cuando aparezcan en el etiquetado) que no tengan “plásticos ni microplásticos, solo celulosa“; que sus componentes y fibras se puedan descomponer; y que sean biodegradables, tanto de forma aerobia como anaerobia.

Eso sí, que un producto diga que es “biodegradable no quiere decir que pueda tirarse al WC, ya que puede ser biodegradable en cinco o seis años, pero no en 24 horas que es lo que pasa en una depuradora de aguas residuales”, sentenció.